Carla Bruni ya no es chic

De su reaparición, nos llaman la atención dos cosas. Lo primero, que lleve la misma ropa que se puso en el único acto público al que ha asistido desde que fue mamá «presidencial». Carla llevaba un cárdigan ancho, de punto y en color camel, prácticamente idéntico al jersey tipo poncho que escogió en la tradicional fiesta infantil de Navidad de Palacio. Lo combinó con «leggings» negros y una camiseta de algodón negra. ¿Será que no ha recuperado todavía su espléndida figura de modelo? ¿O querrá enviar un mensaje de austeridad, tras las informaciones que acusaban a su fundación?

Lo segundo que llama la atención es el rostro de Bruni. Sin apenas maquillaje (al igual que en la aparición de diciembre), con la melena despeinada (otro espejismo) y alguna cana al viento, no queda ni rastro del «glamour» que Bruni desplegó tras su llegada a El Elíseo. ¿Dónde está la top que resucitó el espíritu de Jackie Kennedy?

Antes de su maternidad, Carla planificaba al detalle cada uno de sus estilismos, a sabiendas de que su imagen sería hiperanalizada en todas sus apariciones públicas. Gracias a firmas como Christian Dior , la Primera Dama se alzó con importantes elogios en las revistas de moda y salía victoriosa de sus encuentros con otras primeras damas. ¿Renunciará Bruni a su faceta de embajadora del chic francés? ¿O simplemente estará «de baja» por un tiempo?