Un millón de euros por las perlas de la trastarabuela de Felipe VI

Las perlas que se subastarán el 2 de diciembre fueron adquiridas por Fernando VII para su esposa , María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, y luego las heredó su hija, que reinó hasta la Revolución de 1968. La joya, de 46,2 centímetros de largo, acompañó a Isabel II en su exilio a Francia , donde murió el 9 de abril de 1904.

El collar, formado originalmente por 46 perlas, fue sacado a subasta por primera vez el 1 de julio de 1878 en París . Fue puesto a la venta por la propia Reina junto a otras magníficas joyas de su colección para sufragar sus gastos en el exilio , la compra de su residencia en la capital francesa -el Palacio de Castilla- y la pensión que tenía que enviarle a Francisco de Asís, según lo establecido en las capitulaciones matrimoniales de 1846.

Las cuarenta y tres perlas volvieron a salir al mercado en Londres el 6 de abril de 1960, y desde entonces han permanecido en el joyero de la familia del magnate Frank H. Hargrove . La demanda de perlas naturales ha crecido enormemente en los últimos tiempos y los precios van al alza. «La escasez de piezas de calidad en el mercado las convierten en un tesoro muy codiciado» , explican desde Christie's. La casa de subastas espera que el precio del collar trepe hasta el millón de euros.

En 2012, un comprador anónimo pagó la cantidad de dos millones ochocientos cincuenta mil francos suizos (unos tres millones de dólares) por una pulsera de perla de concha que la Reina de España Victoria Eugenia encargó al joyero francés Cartier en 1928. En aquella ocasión, fue Sotheby’s Ginebra la responsable de la astronómica operación.

Este año, en el mes de abril, la baronesa Carmen Thyssen también intentó vender otra pieza del antiguo joyero de la Familia Real : un «devant de corsage» de la Reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, esposa de Alfonso XII, valorado en dos millones de euros. En aquella ocasión el tesoro real no encontró comprador y volvió a la caja fuerte de Tita.