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El mercado del arte ya tiene un nuevo estafador: Íñigo Philbrick

El agente irrumpió en 2011 con varias ventas de altura. Ahora debe 100 millones a sus clientes

María Estévez

El mundo del arte, con Art Basel Miami en pleno apogeo, se ha visto sacudido por el escándalo desatado al descubrir que una de sus estrellas, Íñigo Philbrick , acaba de licenciarse como el delincuente del momento tras estafar a varios de sus poderosos ... clientes. La controvertida figura de este joven británico, de barba rojiza y amante de los trajes italianos a medida, emergió por vez primera en noviembre de 2011, cuando adquirió una serie de obras en una subasta de Christie’s para el magnate del software Peter Norton . Aquella noche se hizo con dos piezas de David Hammonses, un cuadro de Barbara Kruger y una escultura de la artista libanesa Mona Hatoum que se vendió por un precio récord de 470.500 euros. Pero aquello no quedó ahí. Más tarde, Philbrick dejó de una pieza a sus rivales en la subasta al adquirir el «Rhein II», obra artística basada en la fotografía hecha por el artista visual alemán Andreas Gursky en 1999: pagó 4,3 millones de dólares (3,8 millones de euros), el precio más alto desembolsado por una fotografía en una subasta. Aquella venta marcó el debut de Philbrick en el mercado del arte. Tenía, por aquel entonces, 24 años.

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