Melania Trump no necesita que la liberen

El retrato entretiene y divierte a una parte de la opinión pública de EE.UU., la que ve la presidencia de Trump como un accidente histórico, y a la primera dama como una víctima que pasaba por ahí. La realidad es muy diferente, según una biografía de Melania Trump que sale hoy a la venta en EE.UU. Lo firma Mary Jordan , periodista de «The Washington Post», en un libro que no niega el misterio y el secretismo que rodean a la mujer del hombre más poderoso del mundo, pero que desmonta la imagen de la «pobre Melania».

«El relato habitual sobre Melania es que ella simplemente quería casarse con un hombre rico , y que le horrorizó que Trump entrara en política en 2015 y rompiera la comodidad de su mundo», escribe Jordan. «Pero hay pruebas amplias de que, desde el principio, Melania no solo aceptó y abrazó las aspiraciones políticas de Trump, sino que además fue una compañera que le animó».

De puertas afuera, Melania parece haber evolucionado de modelo publicitaria a maniquí político . Siempre bien vestida -espectacular en muchas ocasiones, como en la jura del cargo de Trump en el Capitolio en enero de 2017-, con la melena impecable, el rostro listo para la foto y la boca -casi siempre- cerrada. En su primer año en la Casa Blanca solo dio ocho discursos, frente a los 74 de su antecesora, Michelle Obama.

Pero la biografía - titulada «The Art of Her Deal», un guiño al libro más conocido de Trump, «The Art of the Deal»-desentierra a una Melania con control e influencia en los círculos de poder y con músculo para imponer su propio interés. Para el presidente, la opinión de la primera dama en los asuntos de estado. «Es su asesora más influyente», asegura Jordan. «Se toma muy en serio sus opiniones», dice sobre Trump. Pero además, el presidente mide la lealtad de sus altos cargos a través de su mujer: «Melania opina esto, ¿tú qué piensas?», dispara a su círculo íntimo.

Melania no se ha desmarcado ni un centímetro de su marido. En su momento, pudo hacer saltar por los aires su candidatura a la presidencia. Pocas semanas antes de la elección de 2016, apareció un vídeo en el que Trump decía que besaba y agarraba a las mujeres «por el coño» cuando le daba la gana. Era de septiembre de 2005, cuando ya llevaba meses casado con Melania. Ella se puso de lado de su marido: dijo que las palabras eran ofensivas pero que aceptaba sus disculpas. Trump ganó contra pronóstico la elección. Melania tardó semanas en mudarse de Nueva York a Washington. Puso como motivo la educación del hijo de ambos, Barron. En realidad, revela el libro, estaba renegociando su acuerdo matrimonial con Trump. Una vez en Washington, la reservada Melania limitaba el poder de Ivanka, la hija de Trump.

El retrato de Melania descubre una persona más parecida a Trump de lo que parecía. Una mujer que ha moldeado la verdad para su interés; se ha borrado mucho de su pasado, mintió al decir que tenía título universitario, nunca habló cinco idiomas, se trajo a sus padres a EE.UU. por el sistema migratorio que el propio Trump denuncia. y que ya en 1999, cuando apenas había empezado a salir con Trump, dijo que ella sería «una primera dama muy tradicional». Melania podrá ser enigmática, reservada y solitaria. Pero no cautiva .