Melania vs Ivanka, guerra de poder entre la mujer y la hija de Donald Trump en la Casa Blanca
Un escandaloso libro de la que fue íntima amiga de Melania Trump revela una vida familiar plagada de rivalidades e intrigas
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Iniciar sesiónUn momento, fugaz, vivido en la Casa Blanca el jueves dejó al descubierto las peleas e infelicidades de la familia del hombre más poderoso del mundo. Llegaba Donald Trump a un estrado a aceptar con un largo discurso la candidatura de su partido a ... la reelección. Le acompañaba su mujer, Melania Trump . Acababa de presentar al presidente su hija mayor, Ivanka . Ambas mujeres se cruzaron una fracción de segundo. Y entonces, ante cientos de cámaras y millones de espectadores en todo el planeta, la primera dama esbozó una sonrisa, más robótica que desganada. En cuanto su hijastra pasó de largo esa sonrisa se esfumó inmediatamente. Un escandaloso libro confirma lo que hasta ahora esos pequeños gestos parecían sugerir.
Este martes se publica en EE.UU. un escandaloso libro que confirma lo que es un secreto a voces en Washington: sí, es cierto, Melania Trump no soporta a su hijastra, cree que es « una víbora », recela de sus constantes intentos de figurar en la Casa Blanca pese a no tener más cargo oficial que el de asesora de su padre, y en una ocasión hasta pidió a una estrecha colaboradora que le ayudara a eliminarla de fotos. Todo esto se sabrá ahora porque la autora de ese libro es precisamente esa estrecha colaboradora de Trump, Stephanie Winston Wolkoff , amiga íntima de la primera dama hasta que se pelearon en febrero de 2018.
Winston Wolkoff fue asesora especial de la primera dama hasta principios de 2018. Después de haber organizado personalmente todo tipo de eventos de celebración de la jura del presidente, Melania Trump la dejó descolgada cuando los demócratas propiciaron varias investigaciones por malversación en aquellos fastos. Ella afirma que fue una cabeza de turco , y que por eso dimitió. En todo caso, su amistad se quebró. Y como defensa propia, publica el libro «Melania y yo: ascenso y caída de mi amistad con la primera dama» (Gallery Books).
Melania Trump es un enigma . Es, con diferencia, la más discreta de las primeras damas en la historia reciente. Es difícil verla en el complejo residencial de la Casa Blanca si no es acompañando a su marido en algún discurso o recepción, muy de vez en cuando. Como un lienzo en blanco, cada cual quiere ver en ella lo que le viene en gana. Los detractores del presidente la pintan como una víctima , una mujer desesperada que secretamente odia a su marido. Así la interpretan decenas de actrices cómicas en los programas nocturnos de la televisión estadounidense. Pero según este nuevo libro, nada más lejos de la realidad.
Winston Wolkoff asegura que Melania Trump comparte las opiniones de su marido. No le importan las supuestas infidelidades ni provocaciones del presidente porque según le dijo a su amiga en una ocasión, «sé muy bien con quien me he casado». Sobre aquel incendiario vídeo revelado antes de las elecciones de 2016 en que Trump decía en privado que le gustaba agarrar a las mujeres de sus partes, su mujer dijo que no le importaba, « es sólo política ».
La primera dama se jacta de volver a la izquierda loca con sus gestos y desplantes. Se burla de aquellos que quieren ver en cada atuendo un mensaje oculto, como cuando visitó la frontera con México luciendo una chaqueta de Zara en cuya espalda se leía en inglés el mensaje: «no me importa». Según su amiga, tras volver de aquel viaje le dijo que los niños indocumentados, separados en celdas solos, estaban mejor que en sus países pues disponían de «camas y hasta armarios».
Melania Trump detesta a los Obama. Tanto que según Winston Wolkoff una de las razones por las que no se mudó a la Casa Blanca junto con su marido en 2017 fue porque no quería usar el mismo wáter y ducha que la anterior primera dama, y exigió que se lo cambiaran. Según revelaron varios medios de EE.UU. también aprovechó aquel interim para renegociar su acuerdo de separación de bienes.
A quien más odia Melania Trump, según este libro, es a sus hijastros, a los que llama «víboras». Le indignó que Ivanka Trump quisiera atribuirse funciones de la primera dama en aquellos meses de 2017 en que ella se quedó atrás en Nueva York. La rivalidad es tal que cuando Ivanka opta por un diseñador para un evento, Melania lo veta y ya no lo vuelve a lucir. Para la jura de Trump como presidente en 2017, la primera dama y su amiga se dedicaron a planificar los detalles del escenario y los asientos para que Ivanka Trump quedara fuera de la mayoría de las fotos . Querían desterrarla, y a tenor de las imágenes de aquella jornada, lo lograron. Aquella operación la bautizaron como «Borrar a Ivanka».
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