Meghan Markle, tajante frente a las críticas que recibe a diario

Meghan, que desde que cruzó el charco parece haberse reencontrado por fin consigo misma, ha hablado esta semana sobre todas estas cuestiones en una cumbre digital de mujeres organizada por la revista «Fortune». Allí ha debatido sobre los desafíos que arroja internet, pero también sobre cómo hace ella frente a las críticas constantes e incluso los halagos. «Los halagos y las críticas se van por el mismo desagüe y soy bastante libre», asegura.

La nuera de Carlos de Inglaterra ha insistido en poner de manifiesto la desinformación que existe a nivel general en todo el mundo y cómo sus palabras se han tergiversado en numerosas ocasiones: «Si miras al pasado a cualquier cosa que he dicho, lo que termina siendo polémica es la interpretación de la gente. Pero si escuchas lo que realmente digo, no es contradictorio». Una afirmación que refleja a la perfección la batalla judicial que tanto ella como su marido emprendieron en contra de algunos tabloides británicos por la difusión de una carta privada que la exactriz envió a su padre pocos días antes de pasar por el altar. «Tenemos que apostar por la verdad y necesitamos medios de comunicación fiables y fuentes de noticias verídicas. Cuando detectes que algo está mal, dilo, habla sobre ello», añadió la duquesa.

Meghan habló también sobre cómo pasaron ella y Harry el confinamiento junto a su hijo, el pequeño Archie , que acababan de abandonar Reino Unido estalló la pandemia y sobre cómo centraron sus esfuerzos en poner en marcha su nueva organización benéfica: «Para mí ha sido increíble pasar tiempo con mi esposo y ver crecer a nuestro pequeño y es ahí donde hemos estado centrados».