Meghan Markle, la protagonista de la Navidad en Sandringham

Lo adecuado o no de sus estilismos, la «huida» de su padre a Los Cayos (México) para no convertirse en carne de paparazzi, el broche con el «moretto» veneciano en el que muchos quisieron ver un desprecio por parte de la Princesa de Kent hacia ella... y, ahora, su insólita presencia en la residencia campestre de Sandringham para celebrar la Navidad junto a la Familia Real británica.

En un gesto sin precedentes, la Reina Isabel II ha invitado a la prometida de su nieto a sumarse a la cena de Nochebuena y la comida de Navidad en la que la monarca reúne a todos los suyos y Meghan se convierte así en la primera que se suma a los festejos sin haber pasado por el altar. Y, además, en la primera ciudadana norteamericana en hacerlo. Cabe señalar que Wallis Simpson , la que fuera Duquesa de Windsor al casarse con Eduardo VIII , jamás recibió semejante honor.

Así pues, la mañana del 25 de diciembre, las tradicionales imágenes de la Familia Real dirigiéndose al servicio religioso en la pequeña iglesia de Santa María Magdalena tuvieron la novedad de contar con Meghan Markle (36 años), quien llegó al templo caminando en compañía de su novio, el Príncipe Harry (33 años), y con los Duques de Cambridge , Guillermo y Catalina . Los hijos de estos, el Príncipe Jorge (4) y la Princesa Carlota (2) se quedaron en casa para disfrutar de sus regalos navideños.

Meghan, que vestía un abrigo color canela , botas de gamuza marrón, boina de lana también en tonos marrones y el bolso «Pixie» de Chloé , caminó del brazo de su prometido, mientras que el Duque de Edimburgo seguía los pasos de la pareja . El estilismo de Catalina, quien está embarazada de cuatro meses, lo conformaba un abrigo de la firma Miu Miu , de lana de tartán, con doble botonadura y detalles de terciopelo, valorado en 2.655 libras (cerca de 3.000 euros). Además, llevó accesorios y un sombrero negro a juego.

Tanto Isabel II como la Duquesa de Cornualles optaron por vestir colores más alegres , que contrastaban poderosamente con la grisura del día. La Reina eligió un deslumbrante color naranja para su conjunto de abrigo y sombrero, mientras que Camilla se decantó por un potente abrigo fucsia , con cuello y puños en piel y botonadura de pasamanería.

La tarde anterior al día de Navidad, Meghan Markle, al igual que los Windsor, abrió los regalos junto al árbol , mientras degusta una taza de té; se vistió de gala para acompañar a su prometido a la cena de Nochebuena y descansó en la residencia que Guillermo y Catalina de Cambridge tienen en Anmer Hall , a menos de tres kilómetros de Sandringham , en la campiña de Norfolk .

Si Catalina vivió un baño de multitudes durante su primer oficio religioso en Sandringham, Meghan Markle no ha sido menos.