Matilde Mourinho visita un campo de refugiados sirios en Jordania

Como voluntaria del Programa Mundial de Alimentos , la madre de los dos hijos del ex entrenador del Real Madrid, Matilde y José Mário , se afanó en distribuir meriendas entre los desamparados niños que sobreviven como pueden en medio de la desesperanza.

De esta forma, logró que los pequeños se pusieran contentos y olvidaran sus problemas temporalmente. Esbozaron unas reconfortantes sonrisas y, de paso, contribuyeron a que se sintiera conmovida la elegante dama portuguesa , afincada en Londres desde que «The Special One» dejó el Bernabéu y fichó por el Chelsea.

Si no es para sustentar este tipo de causas, Matilde Mourinho prefiere no aparecer en primera línea . Tanto es así que nunca ha concedido una entrevista, porque considera que bastante sobreexposición pública tiene su marido como para ella avivar la llama de las especulaciones. Don José se distingue por cultivar una de sus especialidades: prender el fuego de la polémica allá por donde pasa . Lo puso de manifiesto en el Real Madrid, igual que en Stamford Bridge o en el Inter de Milán .

La prensa sensacionalista italiana le ofreció dinero por saltar a la palestra, pero ella rechazó la propuesta sin paliativos . Incluso un grupo de aficionados llegó a impulsar irónicamente una petición para que fuese beatificada por «aguantar estoicamente al deslenguado entrenador ». Nunca salió de su boca ni un solo comentario al respecto: cuanto más la provocaban, más contenido era su comportamiento.

Y es que esta mujer ejerce como un baluarte sólido para equilibrar al técnico , tal cual ha reconocido él en varias ocasiones. «Cada uno de los dos tiene muy claro cuál es su papel», declaró Mou, todavía sin equipo para la próxima temporada. Ella le apoya de pleno en sus decisiones profesionales, de modo que le parece bien cualquiera de las dos opciones que ahora mismo tiene sobre la mesa: hacerse cargo del Manchester United o reflotar el Valencia .

Matilde Faria nació en Angola , donde su padre intentó hacer fortuna. Tuvo que volver a Lisboa, pues llegó a arruinarse . No obstante, su situación volvió a dar un giro posteriormente y la familia comenzó a veranear en la vecina ciudad de Setúbal, la patria chica de los Mourinho.

Don José no da un paso sin consultar con su fiel «escudera», ya desde los tiempos en que no era más que un simple profesor de Educación Física que supervisaba la puesta a punto de unos modestos alevines.