Mark Rutte: el primer ministro holandés soltero que colecciona balones

Muchos de los que han entrado en su despacho oficial se pueden extrañar de que el primer ministro de un país importante dentro de la UE exhiba una colección de balones y un oso panda de peluche , aunque se trate de un regalo de la organización WWF. En todo caso, los ciudadanos holandeses han podido escrutar en varias ocasiones todos los detalles de esta oficina en la que lo que destaca por encima de cualquier otro elemento es la presencia de libros sobre historia y sobre ideas políticas, que se supone que han de ser los temas que ocupan a un dirigente político, y que es al parecer lo único que le interesa.

Poco más se sabe sobre la vida privada de este hijo de un ferviente seguidor de la Iglesia Reformada, que se casó con la hermana de su primera mujer cuando esta falleció durante la II guerra mundial. Mark es el más pequeño de la familia y siempre ha vivido con su madre. ¿Alguien en su vida? El empresario Erik de Vlieger había revelado que Rutte tendría por fin una relación en Nueva York , aunque no quería revelar los detalles. La revista «BekendeBuren» publicó el mes pasado una crónica a propósito de los frecuentes viajes de Rutte «por amor» diciendo que no eran ciertos los rumores que mencionaban al conocido corresponsal de una cadena de televisión holandesa sino que eran para reunirse con la columnista del diario «Volkskrant», Heleen Mees, que vive allí y «habría hecho que el corazón del primer ministro se volviera loco».