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María Pérez-Ugena, la «ex» de Mario Conde, sospechaba que estaban siendo investigados

La profesora creía que habían intervenido su teléfono. Hace dos meses, cansada de las operaciones turbias y supuestas infidelidades, consiguió el divorcio

GTRES

ANGIE CALERO

Sesenta y nueve días. Es el tiempo que ha mediado entre el divorcio de Mario Conde (67 años) y María Pérez-Ugena (49) y el déjà vu que ha debido sentir, con unas esposas apretándole otra vez las muñecas, quien fue el recluso más célebre de la década de los 90 . En cuestión de dos meses, además de dar de nuevo con sus huesos en la cárcel, Conde ha terminado con la que ha sido su mujer desde 2010 y ha tensado aún más su relación con sus dos hijos, Mario (41) y Alejandra (38) , y con su yerno, Fernando Guash.

Cuando el expresidente de Banesto y su segunda esposa firmaron los papeles del divorcio el pasado 2 de febrero ante un notario de la madrileña calle Velázquez, ella salió de Madrid y puso rumbo a Almería . Para Pérez-Ugena «lo más importante es la familia» -eso aseguran algunos de sus amigos más cercanos- y por ello se ha instalado en la ciudad donde nació para cuidar a su madre .

Al igual que en el último lustro, la distancia con la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid no ha sido un impedimento para que esta profesora titular de Derecho Público I y Ciencia Política -así lo dice la página web del centro- siga impartiendo clases . Cuando se casó con Conde renunció a las clases presenciales y desde entonces imparte sus lecciones de forma telemática .

Que solo hayan transcurrido dos meses entre un acontecimiento y otro no es algo baladí. Tal y como ha informado a este periódico un amigo cercano de la abogada, Pérez-Ugena sospechaba que estaban investigando a su marido , con el que estaba atravesando una fuerte crisis por la que habían cesado la convivencia desde hacía varios meses. Unas dificultades que se habrían agravado por las supuestas múltiples infidelidades del exbanquero. « Mario siempre ha sido un mujeriego. Engañó a María todo lo que ha querido y ella lo sabía », cuenta un amigo cercano.

Y añade: «Por eso, en los últimos meses, creyendo que la Policía le había intervenido el teléfono, empezó a llamar a sus amigos contando que Mario le era infiel y diciendo los nombres y apellidos de las mujeres con las que supuestamente se había acostado . Entre ellas había una fiscal».

Enlace discreto

A Conde y Pérez-Ugena les bastó un gimnasio y una buena conversación sobre Derecho para enamorarse . Un año después, cuando ella ya había conseguido la nulidad de su primer matrimonio, se daban el «sí, quiero» en Chaguazoso (Orense) ante un grupo de diez personas. El enlace no hizo especial ilusión a los hijos de Conde: « Ella tiene solo diez años más que Mario Jr. y eso no gustaba demasiado . La relación entre María y los hijos de Conde no era buena. Hasta tal punto se llevaban mal que cuando alguno quería ir a “Los Carrizos” (la finca familiar de Castillo de los Arroyos en Sevilla), tenían que ponerse de acuerdo para no coincidir ».

Inmediatamente después de la boda, Pérez-Ugena se instaló en el pazo que su marido compró en el año 2009 -justo cuando la conoció- en A Mezquita (Orense). En este edificio noble, completamente rehabilitado, habían decidido fijar su residencia. Cuando acudían a Madrid por cuestiones laborales, el matrimonio se alojaba en la casa de la calle Triana, en Chamartín, donde detuvieron el pasado lunes al exbanquero. «Mario compró el pazo para estar con ella y tener un refugio que sólo fuera para ellos dos».

Además, la profesora de universidad fue la que configuró «un nuevo grupo de amigos para prescindir de los del pasado de su marido». Ella le ofrecía a Conde una nueva vida, alejada de los medios de comunicación, los fotógrafos y los dimes y diretes. Quienes la conocen admiten que nunca quiso cambiarle, simplemente pensaba que esa era la mejor forma de vivir . Por eso nunca apareció en los eventos sociales a los que iba su marido. Y si lo hacía, intentaba pasar inadvertida. Por esta razón tampoco ha contestado a los correos que le ha enviado este periódico.

Actitud ejemplar

« El comportamiento de María ha sido ejemplar . Sencillamente llegó un momento en que se hartó y le mandó a la mierda», apostillan sus íntimos. Y sentencian: « A Mario le obsesionaba que ella (o cualquier persona de su entorno) se aprovechara de él y su dinero . Ella jamás quiso el dinero de Mario y un día, cansada de aguantar ese tipo de reproches, le dijo que no quería ni un duro suyo. Hizo las maletas y se fue ».

Y es que Pérez-Ugena nunca pretendió vivir del supuesto dinero de Banesto que, según fuentes judiciales, Conde llevaba repatriando de Suiza y Londres desde 1999. Al parecer, con su sueldo como profesora tenía suficiente como para no ser una mantenida. Además, la exmujer de Conde tiene varias propiedades en Mojácar, que comparte con su hermano Ignacio y que su padre les dejó en herencia. Entre ellas, un chalet de 126 metros cuadrados y una plaza de garaje en Madrid. Con sus primos y su hermano también tiene en propiedad dos terrenos en Mojácar y una finca con «cuatro casas-cortijo».

Mientras Conde permanece «cabreado, pero tranquilo» en la prisión de Soto del Real -tal y como informó ABC-, Pérez-Ugena está a 587 kilómetros de distancia del escándalo . El entorno de la profesora se alegra de que el matrimonio terminara antes de la detención. Recluido en un módulo ordinario de la cárcel, el exbanquero ahora no tiene cerca a quien ha sido su compañera durante los últimos años. Ya no podrá aliviar las penas junto a ella, ni amortiguar el sobresalto que le produce el sonido de las puertas correderas de las celdas .

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