Malú y Albert Rivera, una pareja que «ha aguantado contra viento y marea»

Fue el pasado mes de julio cuando Albert Rivera y Malú confirmaron una relación que ya era un secreto a voces con una salida común, muy estudiada, del Hospital Universitario HM Puerta del Sur de Móstoles de Madrid, en el que el político estaba ingresado. La cantante gritó a los cuatro vientos su amor por Rivera eligiendo una camiseta en la que ponía «Love».

Desde esa aparición pública, sin embargo, no se les volvió a ver juntos ni ninguno de ellos habló públicamente del otro, pese a que ya viven juntos en un chalé de Madrid. «Llevo más de diez años trabajando por mi país, llevo mucho tiempo para intentar gobernar este país, así que no voy a perder ni un segundo en comentar. No lo hago sobre la vida de los demás, no lo voy a hacer sobre la mía», respondía Albert Rivera durante la anterior campaña electoral ante las preguntas sobre su relación con la cantante.

Ambos han llevado su relación con mucha discreción y en la más estricta intimidad. Ni siquiera en una noche como la de este domingo, en la que Ciudadanos se dio un gran batacazo en las urnas electorales, Malú estuvo presente. Pero ahora que Albert Rivera ha anunciado su retirada de la política tras los malos resultados de la formación naranja, el político sí ha hablado sobre su pareja, con la que quiere pasar más tiempo después de «haber aguantado todo contra viento y marea», como así ha declarado en la rueda de prensa de esta mañana.

La pareja se ha tenido que adaptar a los horarios de no una, sino de dos campañas electorales . «La agenda política se marca de una forma estratégica desde el propio partido, desde comunicación, desde la ejecutiva... La vida personal la adaptamos a nuestra principal tarea», respondió Rivera durante una entrevista realizada por este periódico a principios de este mes de octubre.

Su relación, sin quererlo, se ha resentido. Sin embargo, Malú, aunque en la sombra, ha estado apoyándole sin quejarse de nada. Y ahora que Rivera va a tener más tiempo, quiere centrarse en ella, en su familia, en sus amigos y en su hija. «De servir a mis padres, que dejen de sufrir lo que han sufrido y que me acompañen; de servir a mi hija, a la que le he dedicado menos horas de las que debería y menos fines de semana de los que me tocaban; a mi pareja, que ha estado aguantándolo todo, contra viento y marea en todo momento; a mis amigos, que me veían la tele, y quiero que a partir de ahora me vean en una reunión con ellos, tomando un vino; y a todos vosotros, compañeros», ha dicho en su discurso de despedida el político.