Leni, la «hijísima» de Heidi Klum a la que Flavio Briatore se negó a reconocer
La top alemana impulsa la carrera como modelo de su hija, de 16 años, fruto de su noviazgo con el empresario italiano. Klum y Briatore rompieron cuando ella se quedó embarazada
I. G. Rico
«Leni Klum es un nombre al que tendrás que acostumbrarte a oír» . Esta es la frase con la que Heidi Klum (47 años), una de las tops más populares de los últimos 30 años, celebra el debut de su primogénita en la ... industria de la moda. «Su pedigrí fashion es incuestionable», añade la orgullosa madre. Echando un vistazo a sus imágenes desde la portada de «Vogue Alemania» o en las páginas de la revista «Hunger», Helene Boshoven Samuel no deja de ser una púber de 16 años de mirada cándida, aunque bien pulida por los estilistas para gastar maneras de Lolita ante las cámaras. Es entonces cuando emerge Leni Klum, la enésima «hijísima» de supermodelo dispuesta a comerse su porción en una industria cada vez más necesitada de rostros célebres.
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La historia personal de Leni Klum es bastante más interesante que la de otras «hijas de...» con predicamento en la moda, como la ya veterana Kaia Gerber , fruto del matrimonio de la californiana Cindy Crawford con el empresario Rande Gerber; o Lila Grace Moss, el retoño de la británica Kate Moss , que en octubre de 2020 debutó en la pasarela de la mano de Miu Miu. Por cierto, solo Kaia se aproxima algo al carisma de las tops de los 90.
Leni nació el 4 de de mayo de 2004 en Nueva York. Su madre anunció su nacimiento con una foto en la que aparece Heidi Klum postrada en la cama del hospital con una luminosa sonrisa y el bebé sobre su pecho. La top alemana, que por aquel entonces tenía 31 años, había dado a luz con el padre de la criatura a miles de kilómetros de distancia: el empresario y playboy italiano Flavio Briatore , por aquel entonces camino de convertirse en dueño y señor de la Fórmula 1 en virtud a su condición de director general de la escudería Renault precisamente en vísperas de los dos años dorados de Fernando Alonso.
Briatore, también propietario de clubes nocturnos en Italia, definía su actividad en la categoría reina del automovilismo como «correr los domingos y, luego, salir con las chicas de las carreras» . Y entre esas chicas se encontraba Naomi Campbell , con quien en su día acabó como el rosario de la aurora.
No le fue mucho mejor a Heidi Klum, uno de los ángeles de Victoria's Secret más ic ónicos , a quien Briatore conquistó cuando la top alemana finiquitó una fugaz relación con Anthony Kiedis, vocalista de la banda californiana de rock Red Hot Chilli Peppers . Pero aquel rutilante noviazgo de la espectacular modelo y el carismático empresario de la noche acabó meses antes del nacimiento de Leni . Briatore no quería reconocer como suya a la pequeña y Heidi reclamó una prueba de paternidad para que su ex no se fuera de rositas. Cuando el test de ADN certificó que Leni era hija de Briatore, este y la modelo firmaron la paz con un acuerdo que sería más bien económico (el dato nunca trascendió), porque Klum siguió criando a su hija en solitario.
Pero la top no tardó en pasar página y encontrar a quien parecía estar destinado a ser el hombre de su vida: el cantante Sea l , quien no dudó en adoptar a Leni. La «bella» y la «bestia», como les bautizó la prensa por aquel entonces, se casaron en 2005, en una romántica ceremonia celebrada en la playa de Careyes, cerca de Puerto Vallarta, en el Pacífico mexicano. Tuvieron tres hijos y se divorciaron en 2012. En febrero de 2019, la top alemana se casó con Tom Kaulitz , guitarrista de la banda Tokio Hotel, en California; meses más tarde, repitió ceremonia en la cubierta del mítico yate «Christina», el que perteneció a los Onassis , anclado en aguas de Capri (Italia).
En todo ese tiempo, Briatore inició un discreto acercamiento a su hija Leni . La joven tenía 12 años cuando su padre habló por vez primera de ella durante una entrevista al diario italiano «Corriere della Sera». «Es difícil admitir que no veo casi nunca a mi hija» , reconoció. «Leni es mi hija biológica, pero Heidi, Seal y yo coincidimos en que era mejor que Seal la adoptara para que Leni creciera en familia».
Por aquel entonces, Briatore estaba casado con Elisabetta Gregoraci y se lamentó diciendo que es «muy difícil perderse el crecimiento de su hija», pero que sabía que ella «no es una niña abandonada» . Eso sí, justificó su resistencia a reconocer a Leni como hija suya por las circunstancias del momento: «Ella nació cuando Heidi y yo ya nos habíamos dejado. Heidi vivía en Los Ángeles y yo estaba en Londres, la distancia era terrible. Siempre mantuvimos una relación cercana. Hablábamos mucho por teléfono. Pero también siempre fui consciente de que ella necesitaba tener cerca a su mamá. Luego, Heidi comenzó a salir con Seal y él la crió».
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