Karl Lagerfeld decora las torres «más lujosas del mundo»

Estos edificios pertenecen al grupo Trump, que no tiene nada que ver con el multimillonario aspirante republicano a la Casa Blanca, sino que toma su nombre de Eddie y Jules, dos hermanos con ese mismo apellido que buscan consolidar este espacio en una referencia global de las viviendas de ultralujo. Por eso van a añadir dos nuevas torres de 50 plantas que, con el nombre de «The Estates at Acqualina», se presentan como los edificios residenciales «más lujosos del mundo» y estarán terminadas en 2020. Para lograrlo quieren contar con lo mejor y por ello han contratado los servicios de uno de los grandes diseñadores de la historia de la moda: Karl Lagerfeld .

Los hermanos Trump le han encargado que se ocupe de la decoración de los vestíbulos y las zonas de los nuevos rascacielos. El diseñador alemán se ha mostrado «entusiasmado» por el proyecto. El «káiser de la moda» ha destacado que estos espacios serán muy importantes , no solo porque serán lo primero que uno vea al entrar en las torres, sino porque en ellos será donde «la gente acuda a socializar cada día», es decir, «como la sala de estar común», explica en unas declaraciones difundidas por la promotora . Lagerfeld ya ha trabajado anteriormente en diseño de interiores, aunque esta es la primera vez que lo hace para un proyecto de una urbanización de pisos en Estados Unidos. El también director creativo de Chanel asegura que su diseño para «The Estates at Acqualina» estarán especialmente adaptados al entorno donde se encuentran, en Florida. «El clima es muy cálido allí y quería algo fresco» , asegura.

«Eddie y yo queríamos que los vestíbulos de nuestra entrada fueran el plato fuerte de nuestro proyecto y quién mejor para crearlo que el maestro de la creatividad moderna», asegura por su parte Jules Trump. Además del servicio de Rolls-Royce y los vestíbulos de Lagerfeld, los vecinos también contarán, entre otros servicios, c on pista de hielo, dos restaurantes de lujo, cine, amplias piscinas , corriente de agua para surfear y un salón de negocios llamado Wall Street Trader’s club.

La calidad tiene un precio y eso se refleja en lo que se paga por las futuras viviendas, que va desde los 3,5 millones de euros de las más baratas a los más de 36 millones de los áticos . Sin embargo, incluso antes de abrir la oficina de ventas, ya se han realizado adquisiciones por valor de 490 millones, destaca Michael Goldstein.