El disgusto de Silvia Abascal por «usar» su enfermedad para conseguir audiencia

La pasada tarde la actriz sorprendía a todos con una «sencilla confesión» en su cuenta oficial de Instagram donde respondía con honestidad a como le había sentado que la revista «¡Hola!» titulara las declaraciones que les hizo en la presentación de su próxima película, con su enfermedad. « La dura confesión de Silvia Abascal cinco años después del ictus que sufrió », rezaba el titular. La intérprete está de actualidad por sus proyectos profesionales, ya que compaginará 'La cocina' y la serie 'La Catedral del Mar', de Antena 3 tal y como confirmó. Dicha presentación convocó a numerosos medios de comunicación y durante la rueda de prensa, la actriz comentó la ilusión con la que afronta esta nueva etapa en su carrera y también atendió con amabilidad a cada una de las preguntas que los reporteros hicieron sobre cómo va su recuperación y cómo ha logrado volver al trabajo pese a las secuelas que aún quedan tras su accidente.

Cinco años han pasado desde que sufriera un ictus y Abascal aun tiene que lidiar con su propia lucha diaria para superar ese capítulo, ya que se lo recuerdan cada día tal y como ella misma ha reconocido en el siguiente texto: « Me llega un titular: "La dura confesión de Silvia Abascal" y desde el mismo cariño, respeto y educación con el que siempre me siento tratada por los medios, necesito expresarme sobre un enfoque. No tengo problema en responder cualquier pregunta sobre mi accidente cerebrovascular y recuperación. De tenerlo, no hubiera escrito un libro sobre ello: el mayor ejercicio de concienciación que he podido desarrollar (conmigo misma y con los demás) sobre el significado de este viaje. Pero son ya cinco años los pasados, son muchas las entrevistas hablando sobre una película, una obra de teatro, serie, sobre el presente de una actividad profesional... para que el titular casi siempre esté relacionado con un mismo capítulo personal. Ante la continua pregunta "estás ya recuperada al 100%?"; no respondo con dureza, sino con honestidad . No creo en los porcentajes (negativos ni positivos) como medida para la evolución del ser humano.

Mi enfoque ante la dificultad (pasada y presente), anda alejado de cualquier tipo de sentimentalismo; de nostálgicos pasados o perseguidas metas futuras. Concentrado en la valoración, agradecimiento y confianza; en el Presente. Siempre. Con realismo, optimismo y necesario (para mí) sentido del humor. Este teclear no es ni por asomo una crítica hacia ningún medio en concreto. Es una reflexión sobre una general proyección mediática con la que no me identifico; la que en forma de titulares se considera más atractiva para los lectores. Es la necesidad de una sencilla confesión».