Inés Arrimadas: «Me iría de tapas con Vargas Llosa»

-A penas han pasado unas semanas de su triunfo en las elecciones catalanas, ¿cómo lo valoras a días vista?

-Sabía que íbamos a ser la lista más votada, la alternativa a los separatistas, pero no contaba con tantos escaños.

-Inés, y este sin parar, ¿cómo se lleva?

-Te confieso que echo de menos el tiempo libre, poder pasear, ir al museo, al gimnasio... pero también me compensa. Estoy muy satisfecha de todo lo que estamos consiguiendo. También te digo que vamos a trabajar para cambiar este ritmo, estamos a años luz de otros países, no por estar más horas se produce más, hay que buscar la conciliación para que no tengas que dar la piel en tu trabajo y desatender tu vida personal. En mi caso por ejemplo, me ayuda llevar este ritmo el no tener hijos, de lo contrario no creo que pudiera.

-¿Qué has aprendido en este tiempo en la política?

-Que hay que ser muy fuerte y no te puedes venir abajo antes las criticas, sino que te tienen que servir para mejorar. Yo lo soy más que antes.

-Muchos te tachan de distante, incluso fría, ¿a que crees que se debe?

-Mi timidez puede confundir, me cuesta relacionarme con gente que no conozco, es mi asignatura pendiente. Puedo hablar ante cientos de personas pero si me sientas con un grupo reducido de desconocidos, me cuesta.

-La verdad es que soy una persona muy normal, de familia muy normal, con gustos comunes a lo que hace todo el mundo.

-Común, común... no todos encabezan un partido político y luchan por llegar al poder, ¿siempre lo tuviste claro?

-Que va, yo lo que realmente soy es una arqueóloga frustrada (sonríe), al final se impuso mi lado racional y estudié derecho y dirección de empresas, pero porque busqué lo que tendría más salidas, nunca se me había pasado por la cabeza ser política.

-Y entonces, ¿cómo una joven que sueña por ser arqueóloga termina triunfando en unas elecciones catalanas?

-Soy muy activa y soñadora, estoy todo el día dándole vuelta a la cabeza. Intento ver el lado positivo de las cosas y soy muy buena gente, lo reconozco. Lucho y defiendo las cosas hasta el final, eso me ha acompañado a lo largo de mi vida, me indigno y lucho por cambiarlo, puede que esa filosofía me llevara a este momento. Quiero formar parte del cambio y vamos a conseguirlo entre todos.

-Segura de ti misma, luchadora, con las ideas claras... No puedes ser tan perfecta.

-Hay muchas imperfecciones, soy humana (ríe desenfadada). Soy muy desordenada, a veces me pongo a hacer varias cosas a la vez y no acabo ninguna, y me enfado y me vengo abajo... como todos en algún momento.

-¿Algún referente político?

-Me gusta tener referentes como Malala Yousafzai, tan joven y valiente... Al igual que sigo muy de cerca a Hillary Clinton, no se si será la primera presidenta de EE.UU., pero sí veo que hay mujeres que estamos asumiendo determinados roles que son muy importantes y de un tiempo aquí era impensable.

-Y como diría Rafael, Inés sin Arrimadas, ¿a qué dedica el tiempo libre?

-(Ríe) Antes daba clases de salsa, me encanta. Llevo dos años dando clases y bailo sevillanas como buena sangre andaluza que llevo. También, me encanta cocinar, me apasionan los museos, quedar con amigas, leía mucho, veía fútbol... de pequeña incluso me dormía escuchando a José Ramón de la Morena y a José María García. Aficiones de una persona muy normal.

-¿Tienes algún miedo?

-Más que miedo es obsesión, me angustia perder el tiempo, me supera esa sensación. Por eso en mi vida no he dejado nunca de hacer cosas, he viajado, he aprendido idiomas, no dejo de hacer cursos, siempre he llegado a todo y sin embargo, ahora me sorprende que la política no te deje margen para mucho más.

-¿Qué opinas sobre la gente que usa la vida personal para desprestigiar?

-No lo entiendo, aunque lo que peor llevo es la maldad en general. Entiendo que la gente se pueda equivocar pero la maldad, la gente que va a hacer daño, el hacer mal porque sí, porque disfrutes haciéndolo... me espanta. Hay cosas que me han echo mucho daño pero la ilusión que tengo puede más que cualquier miedo . Supongo que es el precio que tengo que pagar. Siempre estará esa gente que se porta mal y triunfa, es algo incomprensible, pero también creo en que la vida te lo devuelve.

-¿Eres supersticiosa?

-No lo definiría así porque soy muy racional, pero si creo en que todo pasa por algo y en la energía de la gente.

¿Qué es lo que más valoras en una persona?

-La bondad, pasar por la vida para hacer el bien. Ser más listos o menos pero siempre buena gente.

-El «momentazo» del día es...

-Cuando llegas a casa y sobre eso de las 23h a 00h que estas mas tranquila leyendo o solo viendo la televisión, ese es el mejor sin duda. Soy muy noctámbula y ese ratito me encanta, poder dedicártelo a ti, en silencio...

-Si nos enteramos de que Inés está desaparecida, ¿dónde podríamos encontrarla?

-En Jerez de la Frontera, casi seguro, pero igual os lo pongo más difícil (risas). Las ciudades europeas me encanta, perderme por las calles de Roma, París o Londres, me fascina. También tengo pendiente un viaje a la India... (ríe desenfadada).

-Un olor que no pueda faltar en tu vida.

-El de la casa de mi abuela... los olores son muy importantes para mí, son como un viaje en el tiempo. Reconozco a mucha gente por el olor, aunque confieso que yo no uso perfume, me gusta mi olor corporal.

-Curioso, y en la cocina que tal, me han dicho que haces unas albóndigas que quita el sentido.

-Te reconozco que vuelan (ríe), me gusta mucho cocinar y sí que podría decirse que las albóndigas son mi plato estrella. Aunque como de todo, menos casquería y los caracoles que me da repelús, en mi casa siempre hemos sido de buen comer y de platos de cuchara.

-¿Algún capricho confesable?

-El queso me vuelve loca, es el único capricho que me doy.

-¿A quién te llevarías de tapas?

-¡Uff! a mucha gente que admiro, eso sí que me motiva. Me iría de tapas tranquilamente con Vargas Llosa, le conocí hace poco y aunque no comparto todo lo que dice es interesante para tener una conversación.

-Si fueras una canción...

-Seria cualquiera de Led Zeppelin, me gusta mucho el rock, es la música que me ha acompañado toda la vida, me vengo arriba rapidísimo.

-Los imprescindibles de tu vida.

-No puedo vivir sin el móvil (ríe) es broma, no soy muy apegada a las cosas materiales, si no a lo físico, a la familia, mi pareja, los amigos... es lo más importante.

-Eres una de nuestras políticas mejor valorada entre las más atractivas, ¿cómo definirías tu estilo?

-No será la por la importancia que le doy... no me gusta llamar la atención con la ropa, soy muy sencilla quiero estar cómoda y a gusto, no creo que con un look tengas que manifestar tu personalidad. Para mi la ropa es una cuestión necesaria pero nada más, no me gusta ni ir de tiendas.

-¿Tienes algún ritual de belleza?

-La verdad es que no, me pongo crema hidratante algo de maquillaje si eso cuenta como ritual... (sonríe). No tengo y el deporte como es vital para mi, no puedo incluirlo como tema estético, es más estilo de vida.

-Si tuvieras que pedir un deseo, ¿cuál sería?

-Salud, es la única cosa que no depende de uno mismo, que falle la salud te puede truncar la vida... Lo demás ya lo podemos trabajar nosotros y puede venir o no, pero si tuviera una lámpara mágica me gustaría pedir salud y contribuir para mejorar las cosas en la vida de la gente a través de la política.