Iñaki Urdangarin, 720 noches en la fría soledad de Brieva
La última visita que recibió en marzo fue la de su cuñada la Infanta Elena
No les ha quedado más opción que aferrarse a la voz de sus familiares al otro lado del teléfono durante los últimos tres meses. El estallido de la pandemia redobló la sensación de aislamiento para miles de presos españoles, entre ellos Iñaki Urdangarin , quien el pasado jueves cumplía dos años en prisión. El día a día del marido de la Infanta Cristina se ha hecho más cuesta arriba tras cancelarse sus trabajos de voluntariado en el hogar Don Orione, de Pozuelo de Alarcón, al igual que las visitas y los permisos. La última visita que recibió en marzo fue la de su cuñada la Infanta Elena . Poco a poco las prisiones vuelven a retomar las visitas, mampara de por medio, guantes y mascarilla.
De lo que no hay noticia es de la fecha del restablecimiento de sus permisos. Conviene recordar que el domicilio que ha comunicado para ellos es en Vitoria y no es posible aún esa movilidad entre diferentes comunidades. Al suspenderse todos los permisos, Urdangarin se ha perdido algunos acontecimientos familiares como los 55 años de su esposa, que los cumplió el pasado sábado, la mayoría de edad de su tercer hijo, Miguel , y los 15 años de su benjamina, Irene . Hasta ahora había disfrutado de dos ; uno de seis días, que tuvo lugar en febrero y otro, de cuatro, la pasada Navidad.
Antes del estado de alarma, el 5 de marzo, Urdangarin había solicitado otro nuevo beneficio para poder abandonar Brieva dos fines de semana al mes que desestimó la Audiencia Provincial de Baleares. Este permiso de dos fines de semana al mes está contemplado en el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario y que abre la posibilidad a un régimen de internamiento más flexible.
En las próximas semanas tendrá lugar la revisión semestral de la junta de tratamiento formada por profesionales penitenciarios, que podrá mantener su situación como ahora mejorarla. El anhelo de Urdagarin es el régimen de semilibertad, con el que solo tendría que acudir a prisión a dormir de lunes a jueves . Pero este cambio traería como consecuencia su traslado a otro centro penitenciario, ya que en el suyo no existe sección para internos en este régimen. La prisión de Zaballa (Álava) es la que le tocaría al ser la más próxima a Vitoria.
Mientras, la Infanta Cristina permanece confinada en su casa de Ginebra junto a sus cuatro hijos, ya que los dos mayores, Juan y Pablo , que vivían independizados, regresaron a la casa familiar junto a su madre. Lleva sin abrazar a su marido desde el pasado mes de febrero.
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