La Vera: los ilustres pobladores de la comarca de la moda

Desde entonces y durante varios años, el ex primer ministro británico fue un habitual en los veranos de La Vega y uno de sus principales promotores a nivel internacional. Si alguien pensaba que no hay alternativa y que en agosto el destino ineludible es la costa, Major y otros muchos evidenciaron los placeres de veranear tierra adentro. Francia tiene la Provenza e Italia, la Toscana. Y en España también existen lugares de interior que compiten con clásicos de los descansos agosteños más distinguidos, como Sotogrande (Cádiz), Palma de Mallorca o Comillas (Cantabria). La Vera, comarca entre Ávila, Cáceres y Toledo, cuenta con poco más de 19 municipios , que disfrutan de un clima envidiable durante gran parte del año. En cerca de 900 km2 , hay una población de unos 30.000 habitantes .

Fue el lugar elegido por el emperador Carlos I para retirarse del mundanal ruido, en el monasterio de Yuste (Cáceres). Hace años, buena parte de sus majadas, secaderos y campos empezaron a ser adquiridos por los grandes clanes empresariales en busca de buenas fincas de caza. Hablamos de familias como los Argüelles, los Gamazo, los Garrigues, los Güell, Muguiro, Castelar, Garnica, Sotos… Sus propiedades se extendían desde Talavera de la Reina (Toledo) hasta Navalmoral (Cáceres), en la que comenzó a llamarse la «Costa de la Pana» . La falda de Gredos y la comarca de La Vera eran menos frecuentadas, hasta que el Archiduque Andrés Salvador de Habsburgo y un grupo de amigos alemanes se dejaron caer por allí.

Amantes del campo, adquirieron una majada y, casi como unos robinsones, hallaron su paraíso. Con el tiempo empezaron a llegar más visitantes ilustres, con sus aficiones deportivas y gastronómicas, que se sumaban a las delicias del entorno (bosques y piscinas naturales) y una ruta monumental. En Candelera, Manuel Piñero diseñó un campo de golf; también se habilitaron tres canchas de polo y se abrieron restaurantes y hoteles como Nabia , en la Sierra de Chilla; La Vaquería de Canta , El Gallo , dirigida por Sole Pidal ; el complejo de casas rurales de El Escondite de Pedro Malillo , que regenta Álvaro Morenés ; o el Candelaria Experience , de Íñigo Moro , en las antiguas dependencias de labor de la finca.

Desde hace tiempo, sin embargo, no sólo discurren visitantes ocasiones. Atraídos por su calidad de vida, un grupo de creadores han establecido aquí su refugio, como los paisajistas Jesús Moraime o Eduardo Mencos , los escultores Cristóbal Martin y Gonzalo Pelegrí . Encontramos también aristócratas y empresarios, que se han lanzado a la comercialización de productos con materias autóctonas y procedimientos sostenibles. Frutas, verduras, mermeladas, carnes, quesos, aceites, cosmética... A este carro se han subido Nora de Liechtenstein , Blanca Entrecanales , Javier Albiñana o Felipe Díaz de Bustamante .

Proliferan asimismo, aunque son difíciles de ver, políticos, deportistas, cantantes y primeros espadas del Ibex en busca de sosiego, como Florentino Pérez o los Botín en Jarandilla de la Vera (Cáceres); y los Polanco , los Sánchez Junco o los Morenés , vecinos de Villanueva de la Vera. Santiago Pan de Soraluce , entonces marido de Clara Gamazo , montó en su finca próxima al embalse del Rosarito una famosa yeguada. También, una cancha de polo donde se celebraban encuentros con polistas de todo el mundo.

El empresario Pepe Barroso adquirió en Jarandilla de la Vera una finca de caza de 500 hectáreas llamada Valmorisc o y allí recalan, además de su familia, muchos amigos del mundo de la música. Tras su estela llegó el cantante Alejandro Sanz , quien en su día adquirió y arregló varios secaderos de tabaco para convertirlos en El Sueño de los Parrales, su refugio de 40 hectáreas; o Marta Sánchez , quien también tuvo una casa que vendió posteriormente. Ana Rosa Quintana es dueña de una pequeña finca en Cuacos de Yuste y en Aldea nueva de la Vera recala Anne Igartiburu . Ignacio González-Haba , propietario junto a Erika Feldman de los restaurantes Aire o Fuego, recarga aquí las pilas y se surte de productos locales para sus cocinas.

González-Haba explica que «en la zona sur de Gredos acaban de abrir uno de lo centros de yoga más importantes de Europa. Se están desarrollando varios proyectos sostenibles para recobrar la calidad del terreno, gracias a la cría de ganado. Hay un grupo chino que ha comprado 400 hectáreas para la cría de ganado, se están criando bueyes y recuperando especies en extinción de calidad, como las ovejas merinas negras. Igual pasa con las vacas berrenda en colorado o los gallos castellanos». Y añade, a modo de sentencia: «En un futuro, se podrían conseguir núcleos de gente que vivan de manera autosuficiente y sostenible, como hicieron nuestros abuelos en las fincas que las multinacionales se cargaron hace 40 años».