Los hijos de la duquesa responden
Mucho se están complicando las cosas desde que el funcionario Alfonso Díez Carabantes apareció en la vida de la duquesa de Alba. Casi de forma diaria se viene hablando sobre los planes de boda de la aristócrata y este novio secreto que se cruzó en ... su vida la pasada Navidad, cuando coincidieron en una sala de cine de Madrid, y con el que se ha visto en contadas ocasiones a lo largo del año. Como la propia Cayetana Fitz-James ha confesado en una entrevista, Alfonso le aseguró que estaba enamorado de ella desde hacía más de treinta años, y esas palabras no cayeron en saco roto, puesto que la duquesa le creyó, y de ahí que haya salido en varios medios para defender a su novio, con el que quería casarse en verano. Tras anunciar que no habría boda, estos días atrás sorprendió con unas declaraciones en las que dejaba la puerta abierta a esa posibilidad, aunque ahora vuelva a repetir que no se casará.
Pero, boda aparte, lo más duro que se ha escuchado es justamente lo que sus seis hijos -Carlos Fitz-James Stuart, Alfonso Martínez de Irujo, Jacobo Fitz-James Stuart, Fernando, Cayetano y Eugenia Martínez de Irujo- han desmentido ayer enviando un comunicado a través del abogado Antonio González-Zapatero, en el que aseguran que «no han iniciado procedimiento judicial alguno para incapacitar a su madre la duquesa de Alba, a quien respetan profundamente. Que todos ellos mantienen una posición unánime para preservar el honor y la intimidad de su ámbito familiar y los intereses de la Casa de Alba y que se reservan las acciones legales que pudieran corresponderles en defensa de sus derechos al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, como consecuencia de cualquier información que se haya difundido o se pueda difundir en el futuro que atente contra los anteriormente citados derecho al honor y a la intimidad».
Ayer la duquesa de Alba, que sigue en su palacio de Las Dueñas de Sevilla, salió por la tarde con su enfermera para ir al cine. Desde que la semana pasada un diario nacional publicó una alarmante información sobre su salud, ella misma se encargó de aclarar las cosas, y de ahí que el médico que la atendió hace dos semanas en su palacio por un atragantamiento con una horchata enviara esa misma noche un comunicado desmintiendo que la duquesa hubiera sufrido una parada cardiorrespiratoria, y asegurando que sus dolencias le afectan únicamente en la movilidad, teniendo perfectamente sus facultades mentales. Con el comunicado de sus hijos se pone fin a un asunto muy desagradable que no iban a permitir que corriera de boca en boca como si nada. Y es que una cosa es que los hijos puedan estar o no conformes con los planes de boda de su madre (cualquier hijo de vecino como poco dudaría de las auténticas intenciones de un novio que ha permanecido callado treinta años y ahora confiesa su amor a una mujer que pasa de los 80 y que cuenta con una fortuna incalculable), y otra muy distinta que se afirme o se insinúe que quieren incapacitarla, cuando además hay informes médicos que demuestran que la duquesa está en plenas facultades, al margen de las enfermedades que tenga.
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