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La hija de Pitita Ridruejo amueblará Hyde Park con sus esculturas

Con Londres en el punto de mira, Claudia Stilianopoulos retoma su actividad tras una pausa por motivos familiares

Claudia Stilianopoulos ISABEL PERMUY Y ÁNGEL DE ANTONIO

PATRICIA E. DE LOS MONTEROS

Tras cuatro años «parada», Claudia Stilianopoulos , hija de la célebre socialité Pitita Ridruejo , retoma su actividad escultórica con el mismo ímpetu que cuando empezó. « Se ha tratado de un parón técnico -explica-. Han influido una serie de circunstancias personales para detenerme de manera provisional, como la enfermedad de mi padre (el embajador Mike Stilianopoulos, fallecido el pasado mes de noviembre) y atender a mi madre. Pero de todo se aprende».

Desde sus comienzos en una pequeña tienda de la madrileña calle de Almirante, Claudia ha evolucionado. En aquel lugar y gracias a su contacto directo con el público, aprendió a distinguir lo que faltaba y lo que sobraba en el mercado del arte. Lo que en un principio parecía que iba terminar siendo «una tienda de niña bien», despegó gracias a su diseño de muebles y a la elaboración de esculturas monumentales. Aprendió las técnicas del hierro y su marca evolucionó.

A punto de coger su mochila para dirigirse a Etiopía, donde visitará el espectacular santuario de Lalibela , hablamos con ella en su estudio actual, una enorme nave multifuncional en el distrito de Prosperidad, donde guarda sus últimas creaciones y de donde saldrán sus tres próximos proyectos.

El primero es una exposición, el próximo mes de diciembre, en Art Basel de Miami, junto a otros artistas curtidos en el reciclaje: «Formamos un grupo magnífico y creativo, preocupado por la preservación de nuestro entorno. Por ejemplo, Ángel Agrela, con su serie de vidrieras ‘‘Intimity’’ sobre marcos de puertas de un antiguo hospital; Marta Sanmamed, que transforma las bolsas de basura en jardines verticales; o Mikel Aparici, que crea animales partiendo de objetos que recopila por la calle. Y ahí estoy yo misma, que aprovecho todos mis restos (abalorios, telas, botones, bisutería...) para crear mis ‘‘personajes’’… Todo sirve».

El segundo proyecto, que ya está en marcha, es una exposición virtual , que se contempla con gafas y un sensor, y en la que se puede pasear por espacios rodeados por obras y esculturas que no existen en la realidad, pero que se pueden encargar y ejecutar por impresión 3D en menos de una semana.

Cámara oscura

Y por último, y no es la primera vez que se aventura en estos terrenos, tiene la propuesta de amueblar, a lo largo de 2018, el londinense Hyde Park con esculturas interactivas. Basadas en «Las Moradas» de Santa Teresa y convertidas en cámaras oscuras, desde estas esculturas se podrá fotografiar al sol a la manera de las solarigrafías de Diego López Calvin . No es la primera vez que Claudia amuebla paisajes, pues en su día ya intervino en los jardines de La Magdalena (Santander) y en el parque de Miramar (Fuengirola, Málaga). «El objetivo es hacer de estas esculturas, que se distribuirán por Hyde Park, unas cámaras oscuras a través de las cuales se podrá fotografiar el sol. Las esculturas serán a escala humana y en acero brillante».

Su primo Diego, con el que se ha reencontrado tras varios años de trayectorias separadas, lleva dos décadas haciendo este tipo de fotografías y experimentando con latas de RedBull, reconvertidas en mini cámaras oscuras. «Cuando me propusieron el proyecto de Londres, decidí que lo ideal era integrar también la obra de Diego con sus latas», explica.

«La verdad -concluye Claudia-, estoy ilusionada. He estado parada mucho tiempo pero ¡he vuelto y con fuerza!»

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