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Google ya reconoce a Javier Sánchez Santos como hijo de Julio Iglesias

Al buscar «número hijos Julio Iglesias», ya aparece como tal entre Victoria Iglesias y Miguel Alejandro, ambos fruto de su matrimonio con Miranda Rijnsburger

A. C.

Con la descendencia de Julio Iglesias cualquiera puede perder la cuenta. Entre los hijos que tuvo con Isabel Preysler (Enrique, Julio José y Chábeli) y los de Miranda Rijnsburguer (Virginia, Cristina, Miguel Alejandro, Rodrigo y Guillermo) el cantante ha sido padre en ocho ocasiones durante sus dos matrimonios. Sin embargo, a finales de la década de los 70, Iglesias tuvo una aventura con la bailarina María Edite Santos , fruto de la cual nació el valenciano Javier Sanchez Santos . Él y su madre llevan desde 1992 luchando en los tribunales para que la justicia haga lo que Julio Iglesias no reconoce: que Javier es hijo suyo.

A favor del joven juegan el parecido físico y una prueba de ADN con una coincidencia genética de un 98,9 por ciento. Pese a todo, la última sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia ha dado la razón al cantante en una sentencia emitida hace unos meses donde los tres magistrados no entraban a discutir la paternidad al considerar que se trataba de una cosa ya juzgada en la década de los 90. Aun así, hasta Google es consciente de que la genética no miente y, al buscar «número hijos Julio Iglesias», Javier Sánchez Santos ya aparece entre los hijos del cantante como uno más.

Aparece entre Victoria Iglesias , una de las gemelas que tuvo con su actual mujer, Miranda Rijnsburger, y Miguel Alejandro , también de esta última, con la que lleva casado desde el año 2010. Aunque no es ningún consuelo que Google le reconozca como hijo del popular cantante, eso es algo que solo le corresponde a la Justicia, puede que sea un aliento para Javier Sánchez Santos, que todavía tendrá que seguir batallando en los tribunales para convertirse legalmente en un Iglesias más.

No es muy probable que exista algún día una relación con su padre, pero sí es cierto que, después de casi dos décadas de lucha por ser reconocido como tal, sería una de las mayores satisfacciones de la vida de Javier Sánchez Santos, al igual que para su madre. Ambos han sufrido mucho, como el mismo reconoció en una de las entrevistas con ABC. «Al día siguiente de que la noticia saltara a los medios, se hizo un silencio horrible en el patio de mi colegio cuando llegué. Entonces entendí que mi vida ya no iba a ser igual. Tenía 13 años, estaba en octavo de EGB, era buen estudiante y un chico tranquilo. Desde entonces cada dos por tres me estaba pegando con alguien , la gente de otros cursos me insultaba», contaba en 2017.

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