Gisele Bündchen falló y cortó una escena en el espectáculo de Fernando Meirelles en Río 2016

«Gisele Bündchen, por ejemplo, falló. Combinamos una velocidad y ella caminó un poquito más lento. Tenía que entrar al mismo ritmo que anda en los desfiles, pero creo que estaba muy entusiasmada, caminó un poquito más lento y la música terminó antes», dijo el cineasta en una entrevista a la Radio Gaucha , de Río Grande del Sur.

Según el director de la película brasileña «Ciudad de Dios» (2002), la falla en el cronómetro de la modelo al andar los 128 metros planeados en el estadio Maracaná , provocaron el corte de una escena del compositor Tom Jobim , uno de los autores de la memorable «Chica de Ipanema», música de fondo de su desfile.

«Habíamos preparado algo muy bonito para terminar», contó Meirelles, que dirigió la ceremonia al lado de los colegas Daniela Thomas y Andrucha Waddington . La solución en el momento fue terminar el desfile de Gisele apagando la iluminación, lo que fue celebrado por los asistentes, que no notaron el error.

«Todo es cronometrado. El espectáculo está contado por segundos. El sonido es pregrabado y todo se planea para estar en el lugar exacto en el momento exacto», explicó Meirelles.

La música le trajo otro problema a los organizadores. La familia de Vinicius de Moraes , otro célebre compositor de «Chica de Ipanema», reclamó porque el poeta no fue homenajeado al lado de Tom Jobim, y debe presentar una acción judicial contra los organizadores. «La idea era homenajear los años 60 y decidimos homenajear a Tom Jobim. Pagamos todos los derechos y la familia debe haber recibido su parte. No estoy obligado por ley a homenajear a nadie», zanjó Meirelles.

Para el cineasta la fiesta fue un todo un éxito, debido a la depresión tan grande existente en Brasil, la gente está a la espera de algo bueno. «La ceremonia buscó ese espíritu», afirmó.

Entre los principales aciertos estuvieron la creatividad con el bajo presupuesto, la preocupación ambiental, y la elección del maratonista Vanderlei Cordeiro para encender el pebetero. «La falta de dinero terminó siendo una solución. Nuestras soluciones eran muy baratas y quedaron lindas. El límite es la gasolina de la creatividad», celebró.