Gianni Versace, 20 años sin el creador de supermodelos

Versace tenía 50 años y estaba en la cumbre de su carrera cuando se cruzó en su camino Andrew Cunanan, un tipo que por aquel entonces contaba con 28 años de edad, políglota y de buena familia, exmodelo, toxicómano y con inclinación a la prostitución homosexual. El asesino de Versace, quien ya había quitado la vida a cuatro personas en Estados Unidos, le descerrajó dos tiros en la nuca en la escalinata de mármol de su lujosa villa Casa Casuarina , en Ocean Drive (Miami Beach). Pasaban dos minutos de las nueve de la mañana cuando el estilista regresaba del News Café, a pocos metros de su maravillosa residencia y después de haber comprado los periódicos. Su compañero, Antonio D’ Amico , fue el primero en encontrar su cuerpo sin vida. Ambos compartían casa y trabajo, y estuvieron entre las primeras parejas homosexuales en vivir abiertamente su historia de amor.

El homicidio tuvo una extraordinaria repercusión internacional y conmocionó al mundo de la moda . Nueve días más tarde, Andrew Cunanan fue encontrado muerto en una casa flotante en la bahía de Miami, a pocos kilómetros de la villa de Versace. El joven asesino en serie se había suicidado con la misma pistola con la que liquidó a Gianni. Veinte años después, el móvil del crimen sigue siendo un misterio. Los investigadores del FBI no encontraron una explicación definitiva. El caso fue cerrado, pero en Miami aquella tragedia no se olvida. Desde entonces, los visitantes de paso por la ciudad se acercan a fotografiar la entrada de la que fue Casa Casuarina de Versace, convertida en un hotel de lujo.

Un día antes de que apareciera el cuerpo sin vida de Cunanan, se celebró el funeral por Versace en la catedral de Milán. Más de 10.000 personas se congregaron en la plaza del Duomo para darle su último adiós. En la primera fila del templo le lloraron la Princesa Diana de Gales , quien sobreviviría a su amigo un mes y medio; Elton John, Sting, Naomi Campbell, Carla Bruni , Eva Herzigova, Giorgio Armani y Franco Zeffirelli. Para el director de cine, con la muerte de Versace se cerraba una época dorada de la moda: «Italia y el mundo pierden al estilista que ha liberado la moda del conformismo», dijo.

A Versace se le recuerda hoy como un gran creador con una personalidad poliédrica : amante de la música, del arte, del ballet y, por supuesto, de la moda, aprendió a coser a la sombra de su madre, que era modista. Firmó su primera colección de mujer en 1978 y, en pocos años, conquistó Milán y el resto del mundo bajo un lema: «Lujo, calidad y belleza», dando a su maison una impronta de vanguardia y seducción. Siempre acompañado por sus hermanos Santo y Donatella , Gianni conjugó arte y originalidad, marcando las tendencias en los años 80 y 90. Sus desfiles eran un espectáculo y sus campañas publicitarias contaron con los grandes maestros de la fotografía, como Richard Avedon, Helmut Newton o Steven Meisel.

Amado por grandes estrellas y divas, Gianni Versace vistió a la jet set internacional. Triunfó también en los teatros. A él se debe el vestuario de «Dionysos», ballet dirigido por el coreógrafo Maurice Bèjart , en la Scala, en 1986. Quince minutos duró la ovación al final del espectáculo.

El diseñador dejó como heredera universal a su sobrina Allegra Beck Versace -tenía entonces 11 años-, hija de Donatella y del exmodelo Paul Beck. Pero al timón del imperio siguió su hermana, la musa de Gianni, a quien hoy recuerda así: «Han pasado veinte años. El mundo perdió un genio y un artista. Y mi familia, un alma con coraje y llena de amor».

Una gran exposición, con sus vestidos y objetos se ha inaugurado en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles . Y en Estados Unidos se rueda una serie televisiva de diez capítulos: «Assasination of Gianni Versace: American Crimen Story». En ella, Penélope Cruz interpreta a Donatella y el actor venezolano Edgar Ramírez es quien afronta la difícil tarea de encarnar al inolvidable y llorado Gianni Versace.