Gabriela Hearst, una meteórica escalada a la élite de la moda

Natacha Ramsay-Levi se había unido a Chloé en abril de 2017, cuando reemplazó a Claire Waight Keller, quien a su vez había sustituido a Phoebe Philo. Con gran ilusión, según contaba Ramsay-Levi en sus entrevistas, deseaba seguir el estilo intemporal e inconformista que Gaby Aghion (1921-2014) había impuesto a la marca cuando la fundó, allá por 1952.

Nacida Gabrielle Hanoka en Alejandría (Egipto), Gaby Aghion era una francesa de familia judía que se casó a los 19 años con Raymond Aghion, instalándose ambos en París. Allí encontrarían inspiración entre la intelectualidad, convirtiéndose en grandes amigos de Paul Éluard o Louis Aragon. Raymond abrió una galería de arte moderno y Gaby montó su casa de modas: Chloé.

Fue algo después, y tras asociarse con el empresario y financiero Jacques Lenoir , cuando Gaby Aghion fue capaz de lanzar la marca y desfilar por primera vez, escogiendo para ello el célebre Café de Flore. Años más tarde, Karl Lagerfeld (1933-2019) sustituyó a Aghion en sus funciones durante varios lustros . Pero del mismo modo que la organización bicéfala de Gaby y Jacques Lenoir había funcionado, cuando el actual CEO de Chloé, Riccardo Bellini, entró en el cargo, constató que durante el período de gestión creativa de Natacha Ramsay-Levy, a la que él además no había fichado, las ventas acumulaban una bajada de un 40%.

Nada más anunciar su propia marcha hace unos días, Ramsay-Levy ha sido sustituida con un rápido zarpazo por la uruguaya Gabriela Hearst (Perezutti es su apellido de soltera). Hearst vivió durante años en el campo uruguayo hasta que, a los 20, se marchó a estudiar teatro a Nueva York. Quería ser conocida y lo consiguió. Tras dedicarse a vender en Brooklyn camisetas con adhesivos de dibujos con amazonas, su vida cambió radicalmente al contraer matrimonio en 2013 con uno de los nietos del legendario editor William Randolph Hearst: John Augustine Hearst (68), rico heredero, productor y filántropo. Bajo ese amparo, en 2015 la marca homónima de Gabriella Hearst echó a andar. Premiada en varias ocasiones, ha fabricado en Italia bolsos de gran calidad y ropa algo menos lucida.

Pero dos hechos fueron orquestados los últimos meses para servir de pista de despegue a Gabriela Hearst hasta ser nombrada nueva directora creativa de Chloé hace dos días. El primero fue recibir, justo a tiempo, el galardón a la mejor dirección creativa otorgado por la CFDA, organización estadounidense empeñada en poner una pica en Europa con sus diseñadores. El segundo, y más forzado aún, ha sido estrenarse de manera inesperada en la Semana de la Moda de París, una pasarela mermada por la pandemia. Extrañó, aunque a priori parecía que se aprovechaba una de las muchas vacantes dejadas por marcas importantes. Ese desfile fue parte crucial de la estrategia del CEO de Chloé para la puesta de largo de la sustituta de Natacha Ramsay-Levi. Bien jugado, monsieur Bellini.