Las extravagancias con las que Juan Miguel y Karina han eclipsado la boda de su hija

Rocío, nacida del matrimonio que formaron la cantante y el peluquero , daba el «sí, quiero» este fin de semana en Benicassim en una boda por todo lo alto con 300 invitados. La joven eligió para su gran día un vestido con escote y sugerentes transparencias que, inevitablemente, quedó en segundo plano ante el traje que lució su padre, un chaqué en tonos lavanda con sombrero de copa y la frondosa barba que luce desde que salió de «Supervivientes» .

Cualquier novia pondría el grito en el cielo al ver a su padre de esa guisa el día de su boda, pero no Rocío, que ya bastante había tenido en los días previos con su madre. Y es que, según explicó un confidente al programa «Socialité», la cantante no se ha hecho cargo de nada de la ceremonia , pagada íntegramente por el peluquero. Ahora, de lo que no ha perdido oportunidad es de intentar vender la fiesta a alguna publicación, enfandado a su hija, con quien mantiene una relación tirante.

Ya durante la participación de Juan Miguel en el programa de supervivencia de Telecinco quedó claro que madre e hija no atraviesan su mejor momento. «Creo que Juan Miguel no facilitó nuestra relación y sí que he echado de menos que mostrar un poco de respeto hacia mi, pasé un embarazo muy malo y un parto difícil. Me diagnosticaron diabates y me costó mucho recuperar mi peso, pero él me decía que tenía que adelgazar más», contaba entonces Karina.

Unas palabras a las que Rocío respondía sentándose en el «Deluxe», donde aseguró que estaba harta de que su madre siempre descalificara a su padre. Una dura entrevista en la que dejó claro que lo único que pedía es que sus padres dejaran de pelearse e intentaran mantener una relación cordial.