Evolución y espectáculo en Mercedes Benz Fashion Week Madrid
Ayer cerró la 70 edición de la pasarela con desfiles muy trabajados, como los de Ulises Mérida y Marcos Luengo
Miguel Marinero desfiló con materiales como el lino lavado, el tul y las redes en lúrex luminoso. Los estampados, inspirados en la naturaleza y el fondo marino, reflejaban colores neutros. El creador y empresario dejó las pieles atrás -exceptuando un par de chaquetones- pero acertó combinando blazers de ante con pantalones anchos de lino e ideando deliciosos trajes de chaqueta y pantalón de gran movimiento. Miguel Marinero cumplió así sus 45 años de andadura profesional con una colección sostenible y ligera.
Ulises Mérida , meticuloso, creativo y elegante , presentó su colección «Vita», una serie de prendas prácticas y ponibles para la vida urbana. Con maravillosos linos de la marca de tapicerías para la decoración Sette, conjugó una deliciosa serie de abrigos ligeros, sin forrar y casi más bonitos por dentro que por fuera. Utilizó bámbula y algodón para elaborar una serie de camisas blancas -su especialidad- y de colores fuertes, cortadas al bies con gran caída. Sus azules profundos y la combinación del rojo y el rosa con el beis, fueron estelares.
Merida, que se había centrado en presentar una colección oversize con tejidos tan diferentes como el neopreno y el guipur, colaboró con Ana Marttin para la elaboración de un calzado de colores con tacón completamente cuadrado a nivel de la suela. Sus delicados collares y pulseras, hechos de papel en tonos a juego con la ropa, fueron obra de Begoña Rentero , que vende sus accesorios en la tienda del Museo Thyssen de Madrid. Los sombreros corrieron a cargo de Mabel Sanz .
Sin aliento
Marcos Luengo , inspirándose en el trabajo del arquitecto y pintor Charles Villeneuve , desplegó una colección que dejó sin aliento al público presente. Una generosa variedad de ricos materiales, coloridos y siluetas pobló la pasarela de Madrid. Luengo, que ha evolucionado positivamente a pasos agigantados, contó con una estupenda lista de invitados. En la primera fila, se encontraban dos clientas de excepción: Sonsoles Diez de Rivera y Mercedes Baptista de Ybarra . Los vestidos de seda floreada, los trajes de chaqueta verdes y los pantalones dieron paso a amplias túnicas de corte arabizante, vestidos de noche con capa y modelos de satén con fajín de cuero. El rosa, el blanco, el lila y el verde fueron protagonistas. Las esculturas de Marga García Pinto en forma de hojas de arce, ficus o frutas metalizadas, acompañaron con elegancia a los atuendos como pendientes, brazaletes, collares, broches o cinturones. Un espectáculo.
Para cerrar estas crónicas, únicamente comentar que la elección de la fecha de esta Mercedes Benz Madrid Fashion Week ha sido increiblemente adelantada de septiembre a julio. Teniendo en cuenta que en julio ha coincidido con la Alta Costura de París, se ha perdido la asistencia de mucha prensa especializada. Además, en julio las redacciones de las revistas echan fuego acabando los números de septiembre antes de las vacaciones y, para colmo, los showrooms españoles y extranjeros tienen lugar en toda Europa en septiembre y octubre, por lo que ni compradores de grandes tiendas ni público del sector está en Madrid en estas fechas. La primera medida para mejorar esta semana de la moda madrileña sería volverla a integrarla en septiembre, un calendario más razonable.
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