Esther Koplowitz arropa a su hija en el juzgado

Sobre las 10 de la mañana llegaba al Juzgado la mismísima Esther Koplowitz, que ha querido acompañar a su hija Carmen en esta primera cita ante la juez. Lo hizo junto a sus otras dos hijas y con el abogado Luis Zarraluqui, que es quien se encarga del caso.

Por su parte Losada acudía con su hermano y un amigo así como con su letrada, aunque delante del juez los acompañantes tuvieron que quedarse todos fuera ya que únicamente el matrimonio y sus abogados tenían acceso a la sala.

Lo que ayer se decidió fueron las medidas provisionales con validez hasta finales de septiembre para posteriormente establecer una serie de medidas de cara, sobre todo, a los tres hijos en común del matrimonio.

Tras escuchar ambas partes la juez decidió que Losada tiene hasta el día 31 de julio de plazo para abandonar la residencia familiar donde ha vivido los últimos años y que es propiedad de su suegra Esther Koplowitz. La casa seguirá usándola Carmen con sus tres hijos mientras el cantante deberá señalar otro domicilio.

La auténtica batalla a pelear en este caso es la custodia de los pequeños puesto que el padre solicita la custodia compartida mientras la parte contraria quiere la absoluta . Para tal fin se ha establecido de manera provisional que en el mes de agosto los niños pasen con su padre diez días y en septiembre tendrán que someterse a un test psicotécnico que ha ordenado la juez, quien también quiere escuchar los testimonios de personas que han estado relacionadas con la familia como pueden ser parientes o empleados e incluso amigos.

Sin duda el divorcio de la primera Koplowitz que da este paso será un tema que pondrá a la familia en la primera línea de actualidad que siempre ha evitado . Muy apegada a sus tres hijas y a sus nietos Esther Koplowitz ha demostrado con su presencia ayer en el juzgado que no va a dejar sola a su hija en ningún momento.

En cuanto a Losada, es consciente de que se enfrenta a un «gigante», pero lleva meses meditando esta decisión que, en su entorno dicen, ha sido muy dolorosa dado que sigue manteniendo un gran cariño por su mujer , aunque ha primado el interés que tiene en educar a sus hijos sin injerencias familiares. De ahí que haya acabado en el juzgado con esta demanda de medidas provisionales, que no es más que el principio de un proceso de divorcio donde la custodia de los tres nietos de Koplowitz será el plato fuerte.

Un asunto nada agradable para la familia de la rica empresaria que han tenido que suspender durante estos días sus vacaciones en Palma de Mallorca para escuchar la decisión de la juez que retomará este asunto el próximo septiembre.