Esther Doña, la marquesa viuda de Griñón

Fue a principios de 2016 cuando la revista «¡Hola!» anunciaba en sus páginas el romance sorpresa de la modelo y el empresario, que por entonces ya llevaban saliendo un par de meses bajo una total discreción. Sin embargo, después de dejarse ver juntos en un acto público al que también acudió Isabel Preysler , segunda mujer de Falcó, comenzaron a pasear su amor más abiertamente en diferentes eventos públicos.

En marzo de ese mismo año, el aristócrata presentó a Doña de manera oficial en la celebración de la XXVII edición del Premio Loewe de Poesía. Pocos meses después dieron el gran paso de comenzar a vivir juntos. «¡Me encanta! Desde pequeñita mi ilusión era tener una familia y vivir en el campo con perros y caballos, una vida tranquila. Aunque sea de Málaga, que es playa y sol, me siento feliz en el campo», confesó ella en una entrevista con la revista «¡Hola!».

Apenas un año más tarde, la pareja selló su amor en una íntima ceremonia celebrada en los jardines del Palacio El Rincón, una de las propiedades del marqués. Tan solo cinco personas acudieron a la boda, y el resto de la familia se enteró cuando los recién casados ponían rumbo a África para disfrutar de su luna de miel. «Siempre pensé que algún día acabaría con una mujer andaluza y así ha sido. Era el destino, ella vino a una de las presentaciones de mis vinos en Málaga (...) Fue un flechazo», confesó el aristócrata en una entrevista para «Vanitatis».

Pero no todo fueron alegrías para este matrimonio que consiguió dividir a la familia. La relación con la nueva mujer de su padre no fue del todo bien recibida entre los hijos del empresario, y las tensiones han sido evidentes en muchas ocasiones desde entonces. Tamara Falcó, por ejemplo, no ha negado nunca que su relación con ella no es la mejor, pero sí expresó su felicidad por el bienestar de su padre. «Es la mujer de mi padre. Cuando mi padre se casó con Esther, yo era una adulta. No es lo mismo que cuando se casó con Fátima de la Cierva -su tercera esposa-, porque yo era una niña. Tenía siete años y pasaba los fines de semana con ella. Le veo contento y feliz, y eso es lo que importa», confesó al medio citado anteriormente.

Hace un año, Carlos Falcó se vio obligado a pronunciarse acerca de su detención y posterior noche en el calabozo después de protagonizar una gran pelea con su mujer. «Ante las diversas especulaciones aparecidas en algunos medios, nos alegra confirmar la vigencia y solidez de nuestra relación matrimonial y el pleno éxito de la extirpación del tumor óseo , afortunadamente benigno, que tanta preocupación e incertidumbre nos ha causado durante los últimos meses. Pedimos también comprensión y respeto», aclaró, haciendo referencia también al duro bache de salud que atravesó ella.

Posteriormente, volvió a pronunciarse al respecto: «Es la única vez que hemos tenido una discusión tan fuerte. Hemos superado una crisis y este episodio nos debe ayudar a que no nos vuelva a ocurrir algo así». Y así fue, el matrimonio consiguió seguir adelante hasta el último minuto.