Carla Bruni y Valérie Trierweiler, juntas en la reunión entre Sarkozy y Hollande

Parece que la modelo y cantante aún no se ha recuperad o totalmente de su embarazo. Además, el aspecto descuidado que ha mostrado durante la campaña electoral de su marido no era una estrategia sino una nueva forma de vestir. Carla llevaba bailarinas –calzado con el que aparece desde que contrajo matrimonio con Sarkozy debido a la estatura de su marido– y un sobrio traje de chaqueta y pantalón negro.

Y es que la modelo, que en 2008 se casó con el presidente de Francia y se convirtió en primera dama, no termina de encontrar su peso ideal , prueba de ello son los bolsillos de su pantalón. Aparecían perfectamente marcados en su muslo. Su estilismo terminaba con una camisa de seda nude y su alianza de casada como único complemento. Melena lisa al viento –como acostumbra– y un sobrio brillo de labios.

Pero Bruni no ha llegado sola a esa sobriedad, quizá el motivo por el que aparece tan «apagada» sea la elegancia de la nueva primera dama. Valérie Treirweiler llegó al Eliseo enfundada en un vestido corto negro (el conocido como « little black dress ») de gasa, por encima de la rodilla y con una tira de raso al final. Un abrigo blanco daba el toque perfecto para el carácter diurno del encuentro. La compañera sentimental de Hollande adornaba su look con un clutch-sobre de piel blanco y unos salones gris topo. Sin pendientes como Carla pero con una media melena arreglada, con volumen y las puntas rizadas.

Bruni dejó el listón muy alto a sus antecesoras, ninguna la superaba en buen tipo ni en elegancia. La presentación en sociedad de Valérie ha hecho a Bruni ganadora sólo en una cosa: la altura . Y es que los tacones de la nueva primera dama todavía dejaban a Carla por encima de todos.