La duquesa de Alba se casará en octubre

La elección de esa residencia para su boda no es una simple casualidad, sino una decisión muy meditada por parte de la duquesa de Alba, que siempre confiesa que es en Sevilla donde se siente feliz y donde quiere vivir el resto de su vida, así como descansar para siempre el día que fallezca. En Dueñas ha vivido estos tres años de noviazgo con Alfonso, allí han encontrado su intimidad, el espacio que sus hijos han respetado y donde siempre han contado con el apoyo de los íntimos de Cayetana. Ese palacio es el que ella quiere que el día de mañana posea su nieto Fernando, hijo del duque de Huéscar y Matilde Solís, y futuro duque de Alba tras su padre. Consciente del amor que su nieto siente por Sevilla, la duquesa deja el disfrute de esa propiedad a su hijo Carlos, pero con idea de que sea el nieto el destinatario final.

Volviendo a su boda, finalmente problemas de agenda han hecho que el enlace se celebre a primeros de octubre, y no el 28 de septiembre como tenían planeado. Alfonso Díez ya está en Ibiza para pasar las vacaciones junto a Cayetana y se espera que en breve manden un comunicado anunciando el enlace y la fecha definitiva, que, según me afirman, será a primeros de octubre y con la asistencia únicamente de la familia más íntima de los contrayentes y algún amigo especial, como el doctor Trujillo, que fue quien con tanto éxito operó a Cayetana de una válvula en la cabeza. Desde entonces, su vida cambió hasta el punto de que ya prepara el vestido de novia que los sevillanos Victorio & Lucchino hilvanan en su taller. Por parte de Alfonso irán algunos de sus hermanos, mientras que por la de la duquesa se espera que acudan sus seis hijos y algunos nietos, más después de darles su herencia en vida —a pesar de que el reparto no ha sido igual de bien recibido entre todos—. Si hay ausencias, se entenderá por qué.