Desmontando a Sofía Suescun: su fortuna, sus parejas y su traumático pasado familiar

No son pocas las marcas de ropa que se han fijado en Suescun, convertida ya en «influencer». Todo lo que se pone, las jóvenes lo quieren, intentando imitar ese 'look' juvenil, desenfadado y muy sensual de la navarra.

Sofía presume de ser atrevida, sincera, seductora y directa. A nadie se le escapa su fuerte personalidad y ya hay quien la compara con la otra joya de la corona: Belén Esteban . Suescun hace gala de las mismas virtudes que la ex de Jesulín de Ubrique , sabe mirar a cámara y dar los cortes perfectos. Además, su vida sentimental se ha convertido en uno de los temas favoritos del público.

Es innegable que la joven es muy atractiva y pocos son los hombres que se resisten a sus encantos. En «Gran Hermano» cayó rendida ante Suso y tuvo un flirteo con Ricky. En «Mujeres y hombres y viceversa» comenzó una relación con Hugo, a quien dejó tras descubrir sus infidelidades. Y entonces llegó Alejandro Albalá .

Albalá saltó a la fama gracias a su relación con Isa Pantoja (hija, no madre). El cántabro de ojos claros cambió los estudios de ingeniería por las portadas de corazón. Primero, que si se casaba con la hija de la tonadillera. Luego, que si el divorcio . Y, al final, Suescun.

Sofía viajó a «Supervivientes» con pareja. Allí puso los ojos en uno de sus compañeros, Logan. La dirección del programa decidió invitar a Albalá a Honduras para rompiera con Sofía en directo. Tiempo después, su ex Hugo entraba como concursante. Tras el concurso, parece que Sofía y Albalá se han dado una segunda oportunidad.

La navarra siempre ha temido que su pasado familiar le afecte a la hora de confiar en los hombres. Y es que su padre, alcohólico, maltrababa a su madre, Maite Galdeano , ante los ojos de Sofía y su hermano, Cristian.

«Me recogía borracho en el coche y el plan era ir a otro bar a seguir poniéndose más borracho», ha revelado la joven en una entrevista para la revista «Lecturas». Según Suescun, ella le esperaba en un banco en la calle porque no quería ver a su padre emborracharse. «Le tenía muchísimo miedo. A mí no se me olvidan los palizones que le daba a mi madre». De hecho, la joven define como «el día más feliz de mi vida» en el que por fin consiguió permiso de un juez para no volver a ver a su padre.

El pasado familiar de Sofía podría haber terminado con cualquier joven, pero ella ha sacado de él la fuerza necesaria para conseguir sus metas. Abandonó sus estudios de Psicología en la universidad y ahora dedica todo su intelecto -tiene un coeficiente de 122, por encima de la media- a su carrera televisiva y a sus bolos, en los que jamás aparecerá fuera de sus cabales, ya que ni bebe ni toma drogas.

Hace un año, Ricky, su excompañero de «GH16», aseguraba que no se relacionaba ya con Sofía porque «hay mucha gente a su alrededor, mucho futbolista, mucho músico» . Han pasado 12 meses y Sofía ha demostrado que se basta y se sobra sola para triunfar.