Demi Moore, una adolescente de 50 años

Gracias al filme «Proposición Indecente» se convirtió en la actriz mejor pagada del cine, pero lo dejo todo cuando estrenó con más pena que gloria «La letra escarlata» y se marchó a Idaho a educar a sus tres hijas Rumer, Scout y Tallulah . Su regreso a Hollywood fue de la mano de Drew Barrymore que la invitó a participar como villana en la reinvención de «Los ángeles de Charlie». Durante la fiesta posterior al estreno de la película conoció a Ashton Kutcher con quien se casó y de quien se separó el año pasado tras seis años de matrimonio.

Después de hacer frente a unos meses difíciles, Demi parece feliz y disfrutando la vida de nuevo después de haber superado aparentemente la crisis de la ruptura. La semana pasada se marchó a la India con Naomi Campbell, Kate Moss y doscientos amigos a la fiesta que el millonario Vladislav Doronin celebraba por su cincuenta cumpleaños, desde allí tweeteó una foto suya vestida con un sari.

Demi Moore es mucho más que una imagen, es una pionera en Hollywood, la primera que le habló de tú a tú a los Tom Cruise, Harrison Ford y Bruce Willis de la época y pagó un precio muy alto por atreverse a tanto. Criticada, humillada y perseguida hasta la saciedad Demi sabe como reinventarse a sí misma porque tiene la misma capacidad de Madonna para exigirse y retarse frente a la opinión publica.

La actriz es al cine lo que Madonna es a la música , su paralelismo adquiere grandeza según pasan los años, sus vidas son una incansable cadena de sucesos y casualidades, su espiritualidad se une en la doctrina de la Cábala y su imagen a los cincuenta es un paso adelante en el estudio del genoma humano. Julia Roberts, Cameron Díaz y Jennifer López no serian lo que son si Demi y Madonna no hubieran puesto el primer ladrillo.