Una comedia sobre la duquesa roja
El título es casi tan imposible como el exitoso «Sin tetas no hay paraíso», y de ahí que algunos prefieran pensar que se trata de algo provisional con posibilidad de arreglo. Y es que «La muerta al
El título es casi tan imposible como el exitoso «Sin tetas no hay paraíso», y de ahí que algunos prefieran pensar que se trata de algo provisional con posibilidad de arreglo. Y es que «La muerta al hoyo y la viva al bollo» no parece ... lo que se dice políticamente correcto pero hasta la fecha así es como se llama la comedia que el escritor Íñigo Ramírez de Haro prepara sobre la desaparecida «duquesa roja» en colaboración con Gabriel González de Gregorio, el pequeño de sus tres hijos, y con el que la fallecida perdió todo contacto tras los procesos judiciales que les enfrentaron y que aún siguen pendientes.
La relación de la última duquesa de Medina Sidonia con sus tres hijos fue atípica y hasta inexistente en los últimos años. Desde que la duquesa se refugió en los muros de su palacio de Sanlúcar con su último amor, la alemana Liliana actual duquesa viuda de Medina Sidonia, para entregarse a la fundación, los contactos con sus tres hijos se fueron complicando a raíz de la herencia de la abuela. La duquesa murió acompañada por su pareja y un reducido grupo de personas. Se casó in articulo mortis -hoy los hijos se lamentan de no haber investigado esa boda antes de que incineraran los restos mortales de su madre- y hoy su legado se llevará ante los tribunales, puesto que los hijos no están dispuestos a renunciar a lo que por ley les corresponde.
En cuanto a la comedia, ahora se encuentra en fase de búsqueda de productores. Es Gabriel Medina Sidonia quien me comenta al hilo de todo lo que está ocurriendo en el seno de la Casa de Alba (los planes de boda que tenía Cayetana con el funcionario Alfonso Díez), que animaría a los hijos de la duquesa a participar en su proyecto. «Tendrían que tomar nota de lo que nos ha pasado a nosotros», comenta. Según cuenta, desde sus palacios las dos duquesas siempre se habían mirado con cierta rivalidad los pasos que daba cada una.
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