Claves del Caso Mainat: presunto intento de asesinato, orden de alejamiento y una declaración inesperada

En la vista celebrada el fin de semana se descartó la prisión preventiva para Dobrowolski, se le impuso una orden de alejamiento por la que no podrá acercarse a menos de 1.000 metros de Mainat y de sus dos hijos, se le retiró el pasaporte y tendrá que presentarse cada 15 días en los juzgados hasta la celebración del juicio. Además, se le realizará un informe psicológico. A pesar de todo, a la salida de la cita judicial el fundador de Gestmusic aseguró que no «odia» a Dobrowolski, a pesar de que hay mucho «engaño» en sus declaraciones.

Recordemos que la pasada semana Angela se despojó de forma literal del atrezo con el que se había ocultado durante las últimas semanas -peluca morena y gafas de sol- para hablar sobre los hechos en el programa «El punto de mira» , en Cuatro, donde recordó, entre otras cosas, el momento en que su marido despertó del coma hipoglucémico. «No dudaba, tenía claro que yo era un ser diabólico que le quería matar, después, cuando hablamos y me miró a los ojos, él ya lo tenía claro y sabe que no fue así».

Ayer, llamó poderosamente la atención la actitud relajada de Mainat en su primera reaparición tras el circo mediático que se ha formado en torno a su vida y la de su familia.

A principios del mes de octubre «La Vanguardia» hizo pública la denuncia que se había interpuesto contra la mujer de Mainat por haber intentado, presuntamente, acabar con la vida del productor para quedarse con su fortuna. Según el atestado policial, la noche de autos Dobrowolski entró en su dormitorio hasta en 13 ocasiones con la intención de inyectarle una sustancia -supuestamente insulina- que le provocó un coma hipoglucémico. Posteriormente, tras la llamada de su mujer a los servicios de emergencia, la ambulancia le trasladó al hospital, donde se recuperó favorablemente de la fuerte bajada de azúcar. Cuando se despertó, aturdido, lo último que recordaba era ver a su mujer con las inyecciones. « Me parece un poco excesivo haber dicho esto tan salvajemente por una intuición », reconoció él mismo este domingo ante las cámaras.

Y es que fue Pol Mainat, hijo que Mainat tuvo durante su relación con la fallecida Rosa María Sardá , quien interpuso la denuncia por presunto asesinato, no el productor, el pasado verano. La Fiscalía rechazó entonces la prisión preventiva para Angela, pero fue puesta en libertad con cargos con la necesidad de presentarse a declarar cada semana. Pol fue también el primero en romper su silencio tras el estallido mediático del escándalo, pues su padre se ha mantenido en un discreto segundo plano. «Son muchas las cosas que han pasado este año y todas terribles. Me daría una profunda vergüenza contarlas en público y desearía que jamás salieran a la luz», comenzó explicando en un mensaje reproducido en «Sálvame». Y continuó: «Quiero aclarar que todo lo que se está viendo en las últimas horas son cosas que nosotros desconocíamos por completo . Ni mi padre ni ningún miembro de nuestra familia conocemos a todas las personas que están apareciendo en nuestra casa. Ni tenemos constancia alguna de su relación con la esposa de Josep Maria, hasta que empezó la investigación policial».

Se refería, concretamente, al dantesco escenario en el que se convirtieron los alrededores de su casa, que compartió con su mujer durante su matrimonio, tras estallar el escándalo. Durante días se especuló con la posibilidad de que dentro viviera un escort latino llamado Gabriel -que al parecer es pareja de Angela, y no su amante- y de que el inmueble se utilizara para actividades de carácter sexual. A todo ello se le añade la surrealista escena protaginizada por Alina -mujer de origen ruso que decía ser la novia de Gabriel- que salió gritando del inmueble tras un rifirrafe que grabaron las cámaras de televisión . «Me gustaría que pasásemos página de la rusa, con perdón, y de todo esto, pero es que esto está distrayendo de lo fundamental», recalcó ayer Mainat, recordando la seriedad de un caso en el que se investiga un presunto intento de asesinato que podría llevar a «una persona a la cárcel».

El matrimonio de Mainat y Dobrowolski hacía aguas desde hacía tiempo. A comienzos de año cesaron la convivencia conyugal y decidieron separarse, pero el proceso se alargó durante los meses de confinamiento. «Esto empezó, sobre todo, en enero. Se ha estado diciendo que estábamos viviendo juntos porque ella venía a casa a ver a los niños pero ella tenía otro piso. Vivía con su pareja -Gabriel- no estábamos juntos. No es ningún secreto, desde enero no somos una pareja , por lo tanto no hay un tema de infidelidad», insistió.

Sin embargo, tras finalizar el estado de alarma, el 22 de junio, Angela se quedó a dormir en la vivienda de Mainat, noche en la que tuvieron una gran discusión y tras la que se produjo el presunto intento de asesinato. Ahora, la expareja se enfrenta en los tribunales por esta causa, pero también por otras que siguen su curso paralelamente, como la denuncia por maltrato que interpuso Dobrowolski contra el productor tras comenzar a ser investigada.