Carolina Herrera: adiós a la pasarela

La prensa especializada estadounidense declara que finalmente el grupo español de perfumería Puig, propietario de la marca Carolina Herrera, ha conseguido su propósito de alejar a la fundadora de su propia obra . Probablemente sea así, ya que la señora Herrera, de 79 años, siempre ha tenido claras sus ideas, su estilo y no era tan «domesticable» como algún recién llegado pueda serlo. Han contratado a Wes Gordon, un anglosajón recién casado con su novio de varios años y consultor de Carolina desde hace 10 meses.

Y es que la tiranía de la juventud se sigue apoderando de la moda, para bien y para mal. Hace más de año y medio, y tras el intento fallido del ex directivo François Kress de reemplazar a Carolina por Laura Kim , parte del dúo creativo de Monse , la empresa se vio envuelta en un proceso judicial con Óscar de la Renta, a donde había vuelto a marcharse Laura Kim al comprobar el mando en plaza que tenía Carolina Herrera en su casa de modas.

Todo esto quizá sea el motivo por el que el lunes pasado en el MoMA de Nueva York, Carolina Herrera se despidió de la pasarela para siempre, aunque no de la empresa . La colección presentada fue lo de menos, si bien se cerró el desfile con una serie de camisas blancas de estilo «Herrera» sobre faldas de tafetán con vuelo. Lo más esperado fue el saludo y el tremendo aplauso a Carolina Herrera y su equipo de 25 costureros. Salió a saludar también el propio Wes Gordon, a quien Carolina Herrera sí considera un correcto y respetuoso sucesor. Carolina comenzará una nueva etapa en la que tendrá más presencia como imagen internacional en las nuevas aperturas de tiendas .

Visto el escaso éxito de las sucesiones de muchos creadores, y comprobado que es aún más difícil la continuidad de una marca cuando su creador inicial vive y se encuentra en activo, se nos ocurre que Wes Gordon solamente tendrá un camino fácil si el grupo Puig sabe poner en valor la figura de Carolina en lugar de mantenerla a un lado, algo que la clientela y los admiradores de la venezolana, entre los que me encuentro, difícilmente perdonarían. Al fin y al cabo, fue ella la que ideó y representó con su propia imagen, la belleza aristocrática e intemporal de la marca.

Basta recordar la debacle de la marca Saint Laurent cuando entró Tom Ford como parte de la nueva propiedad y director artístico «in pectore», creándose la contradictoria situación en la que un genio creativo era apartado por otro y el resultado era pobre y –para colmo– poco comercial. Todo para que años después y tras la muerte del creador de Orán, éste fuera venerado hasta la saciedad por un posterior equipo creativo. Homenajes en vida, señores.

Es por ello que parece crucial que, tal y como va a ocurrir, la señora Herrera mantenga su despacho actual y sus hijas sigan siendo parte del engranaje empresarial de la marca. La primera colección con Wes Gordon como director creativo será la de Resort 2019 y algo nos dice que puede saber mantener el aura de la marca.