Campanario, al banquillo

Por fin, la próxima semana, la esposa de Jesulín de Ubrique acudirá a los juzgados de Cádiz en compañía de su abogado, el sevillano Baena Bocanegra, después de negarse a firmar un pacto con el fiscal para rebajar su pena si se declaraba culpable de esos hechos.

En sus trece

Desde un primer momento, Campanario se ha mantenido en sus trece al negar cualquier intento de estafa a pesar de que la relacionara con el caso uno de los implicados, Carlos Carretero, ex jefe de la Policía de Ubrique (Cádiz) y cabecilla de una trama en torno a la concesión de pensiones por incapacidad laboral mediante procedimientos ilegales. Según la investigación, María José Campanario habría pagado 18.000 euros a Carretero para conseguir una subvención para su madre, quien habría sido suplantada por otra mujer en el examen médico que diagnosticaría su incapacidad.

El poder mediático de Jesulín de Ubrique y de la madre de la hija mayor del torero (Andrea), la televisiva Belén Esteban, hizo que este suceso dejara de ocupar cuatro o cinco líneas en las crónicas locales para acaparar los informativos y titulares de todas las cabeceras, cuando, en abril de 2006, la policía se llevó a la Campanario ante el juez para prestar declaración. María José posó para la ficha policial y salió del juzgado con una media sonrisa, que, instantes después, se convirtió en lágrimas al entrar en el vehículo que la esperaba. Mientras ella permanecía en comisaría, Jesulín se quedó en su casa.

Nuevo hogar

Hoy, la postura del diestro es distinta. La semana pasada apareció radiante junto a su mujer en una exclusiva de una revista donde se mostraban felices y orgullosos con su nueva casa en Arcos de la Frontera. Al ser preguntada por el juicio, María José siempre responde que está tranquila y que confía en la Justicia. Por si acaso, ha contratado a uno de los mejores penalistas andaluces.

Y es que ella siempre ha negado su culpabilidad. Sabe, además, que su juicio también es mediático y después de todos estos años proclamando su inocencia, aceptar los cargos, tal y como sugiere el fiscal, sería como para huir de España. Además, cuenta con una poderosa enemiga: Belén Esteban, a quien en los ojos ya se le adivina una fría venganza. «Creemos que la Justicia nos dará la razón, porque hemos cooperado», suele repetir María José Campanario a su gente cuando le preguntan. Pese a su firmeza, la esposa del torero se viene abajo cuando le mencionan a su madre. Así ocurrió el pasado fin de semana, durante la celebración de un rally. Una vez más, perdió la sonrisa en cuanto le recordaron la implicación en el caso de Remedios Torres. Con los ojos llorosos, no pudo contestar. Lo hará dentro de unos días ante el juez de la Audiencia Provincial de Cádiz.