¿Qué es «Camp»? Todo lo que hay que saber sobre la próxima Gala del Met

¿Qué es el «Camp» en inglés, además de un campamento infantil o militar? «Camp» es también un estilo, una manera de vestir, ser y decorar exagerada, extravagante y divertida, que raya más bien en el mal gusto, pero de un modo fresco y casi cómico. Sin complejos. Iconos como Lady Gaga , Ariana Grande , RuPaul , la marca Moschino, las cantantes Cher o Dusty Springfield , el coreano Psy y la actriz Bette Midler podrían ser catalogados como «Camp».

Pero el origen del «Camp» viene del siglo XVII francés y del exceso y la pompa del Palacio de Versalles, con sus cornucopias, sus grandes espejos y sus invitados con peluca y miriñaque. Menos de dos siglos después, ese grandeur excesivo se reprodujo en los decorados de Hollywood, para volver a ser retomado y analizado en un ensayo de Susan Sontag llamado «Notes on “Camp”», publicado en 1964, cuya lectura, lejos de clarificar el concepto, lo embrolla aún más.

Varias curiosidades rodean al «Camp». Para empezar, esa palabra así como todos los temas «Camp» deben escribirse en inglés entre comillas, pues según Susan Sontag, el estilo “Camp” es una verdadera performance de teatralidad deliberada . Uno de los lemas «Camp» sería: «Es bueno porque es horrible». Lo «Camp» debe presentar signos de un artificio hecho a propósito, de una extravagancia ingenua, de cierta vulgaridad expresa y de un aire teatral que resulte algo cómico a los demás. ¿Podríamos definir entonces «Camp» como todo aquello que es una «horterada intemporal»? ¿O bien como una ordinariez relamida? ¿O mejor como una banalidad no desprovista de esfuerzo? Por ahí van los tiros.

Exagerado, artificial, recargado… Suena a ciertos estilismos de los años 80, cuando las jóvenes parecían regalos empaquetados con lazo al llegar a cualquier fiesta, cuando reinaban «Dallas» y «Dinastía» en la pequeña pantalla y empezaba Versace su ascensión. Entronizado el «Camp» como objeto de culto de los travestis desde hace décadas, ahora el estilo vuelve a la calle y a las pasarelas. Entre nuestros favoritos, estarían el estilo de Alessandro Michele en Gucci -que lo borda, añadiéndole un toque romántico y británico- y la deliciosa exageración de Palomo Spain.

Lo «Camp» también puede ser una una chica vestida con una austeridad exageradamente masculina, como las modelos del desfile de Thom Browne para el próximo otoño; o, por el contrario, un exceso de lentejuelas y tacones sobre piel poco bronceada o incluso una camisa de palmeras llevada por algún señor entrado en carnes. Las palabras corny, tacky o cheesy serían posibles sinónimos en inglés de un estilo que definiría la estética de películas emblemáticas como «Las aventuras de Priscilla en el desierto» o que resumiría bien la estética de los concursos de Eurovisión o de ciertos números de circo. El «Camp», además, estaría presente en otras artes, incluso en las decorativas. Sería el Art Nouveau su máximo exponente , no por falta de gusto o creatividad, sino por esa capacidad de ciertas piezas de tener una doble función o importar una imagen: una lampara Nouveau bien puede tener la base en forma de serpiente o una bandeja tener por asas unas inertes tortugas de madera o metal.

Son por tanto la extravagancia no exenta de cierto mal gusto, las ansias de desmesura, de recuperación de lo que está pasado de moda y de lo «casi» feo, mezcladas con lo humorístico y lo andrógino, lo que probablemente predominará en la Gala del Met . Promete ser un buen show. Quizás el reflejo de una sociedad que se evade de la realidad y es capaz de reírse de sí misma. Puede que, como escribió Oscar Wilde , ser natural sea una pose muy difícil de mantener.