Belén Esteban firma los papeles del divorcio con Fran Álvarez
Pone fin a cuatro años de turbulento matrimonio con el camarero, en los que ha habido varios amagos de ruptura
abc.es
Lo había venido anunciando por capítulos a lo largo de la semana en el programa de televisión en el que colabora. Los rumores de divorcio entre Belén Esteban y su marido, Fran Álvarez , eran algo más que un secreto a voces. ... Pero esta misma mañana la propia interesada lo ha confirmado a los periodistas que le esperaban a la salida de su casa. Así que la «princesa del pueblo» ya está oficialmente libre para unirse a quien le venga en gana.
Según informa Europa Press, la Esteban no ha perdido en ningún momento la sonrisa. Ni siquiera cuando, ante la maraña de periodistas anunciaba lo que ya es un hecho: su divorcio del popular camarero de San Blas. La que fuera novia de J esulín de Ubrique , con quien comparte una hija de 13 años, Andrea, no ha tenido reparos en confirmar la triste noticia. Un divorcio que llega, para muchos, después de demasiadas televisivas idas y venidas. A pesar de la triste noticia, Belén Esteban ha querido dejar claro que se encuentra bien en estos momentos tan duros.
Casi un lustro de idas y venidas
Han sido cuatro años de matrimonio tras darse el sí quiero en el año 2008 en una ceremonia a la que acudieron decenas de caras conocidas. Casi un lustro en el que las continuas separaciones y amenazas de divorcio han sido el pan de cada día de Belén Esteban y Fran Álvarez. Millones de espectadores han sido testigos de las mil y una desavenencias de la siempre mediática pareja. La última, el otoño pasado, cuando la propia Belén confirmaba que Fran Álvarez la había abandonado tras los rumores de una posible infidelidad del camarero con una misteriosa rubia. Tanto es así que la copresentadora tomó la decisión de quitarse su alianza de matrimonio durante unos días.
Poco duró la angustia, pues a las pocas semanas, seguidores y detractores de la Esteban fueron testigos de su nueva y convincente reconciliación con Fran Álvarez. Sin embargo, meses después de aquel perdón, la pareja ha firmado los papeles del divorcio. Ya no hay esperanza para una segunda (o décima) oportunidad. Crónica de una muerte anunciada.
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