Los príncipes de Suecia bautizan a su hija Estelle

Estelle es la primera nieta de los Reyes Carlos Gustavo y Silvia y desde su nacimiento el pasado 24 de febrero ocupa el segundo lugar en la línea de sucesión al trono, inmediatamente después de su madre.

La ceremonia, retransmitida por televisión, fue seguida con gran interés por todo el pueblo sueco. La Casa Real se ocupó de cuidar hasta el más mínimo detalle del que es, según muchos, el acontecimiento más importante del año en el país escandinavo . La entrada a la Iglesia se convirtió en una pasarela de personalidades que lucían sus mejores galas: las damas con atuendos de día -con tocados o sombreros, la gran mayoría-, y los caballeros con chaqué o traje oscuro.

Entre los 400 invitados se encontraban Felipe y Matilde de Bélgica; la reina Margarita, Federico y Mary de Dinamarca ; Guillermo de Luxemburgo y Stéphanie de Lannoy; Guillermo y Máxima de Holanda ; Haakon de Noruega y la princesa Marta Luisa con su marido, Ari Behn.

Los padrinos de la celebración fueron el príncipe Guillermo, la princesa Mary, el príncipe Carlos Felipe y Anna Westling Söderström, hermana del príncipe de Suecia.

Tras la celebración religiosa, la familia real ofreció una recepción para todos los invitados en los apartamentos Bernadotte, también en el Palacio Real. La pequeña Estelle, cansada tras la ceremonia, no tardó en quedarse dormida en la cuna del rey Carlos XI, junto a la que se situaron sus padres para dar la bienvenida a todos los asistentes. Uno de los momentos más especiales de la recepción fue cuando se mostró una estantería con más de 200 libros infantiles, regalo del Gobierno y del Parlamento suecos para su nueva princesa.

La sorpresa del día llegó de la mano de dos de los invitados más esperados, Chris O'Neil y Sofía Hellqvist -novios respectivamente de la princesa Magdalena y del príncipe Carlos Felipe-, que accedieron juntos a la iglesia. «Quizás la Casa Real quería restar importancia a las dos relaciones, ya que ni siquiera están comprometidos. De esta manera, parece que son invitados especiales, no pareja de los príncipes», opina Sten Hedman, experto en la Casa Real Sueca del periódico «Expressen».