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Barenboim Música por la paz, contra la ignorancia

POR IRENE G. VARAFOTO: SIGEFREDOEs toda una tradición de los veranos de Madrid. Una cita obligada para los amantes de la música clásica, que por quinto año consecutivo llenaron la Plaza Mayor de la

POR IRENE G. VARA

FOTO: SIGEFREDO

Es toda una tradición de los veranos de Madrid. Una cita obligada para los amantes de la música clásica, que por quinto año consecutivo llenaron la Plaza Mayor de la capital para disfrutar del concierto que el director argentino-israelí Daniel Barenboim ofreció con su orquesta, la West-Eastern Divan. Los 3.500 asientos instalados frente a la Casa de la Panadería no fueron suficientes para acoger al público que se acercó a escuchar la música y que, a falta de silla, permaneció de pie atento a los movimientos de batuta del maestro Barenboim.

El intenso calor que reinó anoche en Madrid no impidió que la West-Eastern Divan convirtiera la ciudad en una ventana abierta al mundo, gracias a la música como «lenguaje universal», que reinvindica el músico argentino, muy comprometido con el conflicto en Oriente Medio. «Un concierto para luchar contra la ignorancia, despertar la curiosidad y conseguir respetar la identidad del otro». Así definió Barenboim el espectáculo, que se celebró al aire libre y de manera gratuita, dentro del marco de Los Veranos de la Villa.

Hayden y Wagner fueron esta vez los protagonistas del repertorio elegido por Barenboim. Para comenzar, la orquesta interpretó la Sinfonía concertante en Sí bemol, compuesta en 1792 por Joseph Hayden, y que contó con dos parejas solistas. Primero, el dúo de violín y fagot (interpretado por el israelí Guy Braunstein y el israelí Mor Biron, respectivamente), y después, el de violonchelo y oboe (interpretado por el egipcio Hassan Moataz El Molla y el granadino Ramón Ortega, respectivamente). A continuación, la West-Eastern Divan ejecutó el primer acto de «La Walkyria», de Richard Wagner, con el que adentró al público madrileño en el «festival escénico», como lo calificaba el propio compositor, que es la tetralogía de «El Anillo de Nibelungo», una de las creaciones más paradigmáticas del espíritu germánico.

Alejar prejuicios

Precisamente, Daniel Barenboim ha querido alejar, con este repertorio, los prejuicios que relacionan a Wagner con el antisemitismo nazi. «Entiendo a quienes asocian Wagner a su tragedia, pero no pueden impedir que otros que no sufren estas asociaciones disfruten de la música de uno de los más grandes compositores de la historia», opinó el director.

La orquesta West-Eastern Divan, creada en 1999 y con sede en Pilas (Sevilla), es una de las iniciativas que desarrolla la Fundación Barenboim-Said para promover la amistad y el diálogo a través de un arte colectivo como es la música sinfónica. «Este concierto no hubiera sido posible sólo con músicos israelíes», declaró Barenboim, y es que en ella conviven jóvenes israelíes, palestinos y españoles, en medio de un conflicto que el director califica como «humano» y no «político».

Barenboim inició con el concierto de ayer la gira que la West-Eastern Divan realizará hasta el 25 de agosto, y que le llevará a las ciudades españolas de Sevilla, Huelva y Zaragoza, y a capitales europeas, como Londres, París, Berlín o Copenhague.

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