Barbra Streisand, el regreso anti Trump de una diva autoconfinada

La artista neoyorquina , que cumplió 78 años el pasado viernes, utilizó su cuenta de Twitter para expresar su indignación por las «mentiras» de su presidente. «La charlatanería de medicinas milagrosas de Trump tienen que acabar antes de que muera más gente», ha escrito la diva, explicando además que compuso su canción «Don’t lie to me» después de que Trump fuera elegido, «porque es un mentiroso en serie». Streisand achaca las muertes por coronavirus en EE. UU. a la «incompetencia» y las «mentiras» de un presidente que «ha demostrado que no puede manejar la verdad, que no está en condiciones de liderar esta nación, especialmente en tiempos de crisis». Al día siguiente fue incluso más allá, tuiteando que «el pueblo de Estados Unidos no debería vivir bajo un liderazgo tan incompetente en la Casa Blanca».

La artista neoyorquina ha anunciado que la Fundación Streisand ha enviado fondos a hospitales de Nueva York y Los ángeles, para comprar mascarillas y trajes de protección. «Las mascarillas que costaban un dólar ahora cuestan entre 7 y 12. ¿Por qué la administración Trump no invoca la Ley de Producción de Defensa Nacional para fabricarlas en masa y parar este aumento de precios?», se lamenta desde su aislamiento.

Streisand es, a su manera, una experta en confinamiento. La primera vez que se recluyó en su casa para huir de la presión mediática fue en 1968, tras un agridulce concierto en el Central Park de Nueva York. La cantante convocó a una multitud que disfrutó de un gran espectáculo al aire libre, pero olvidó una letra en pleno recital y al parecer eso le generó un episodio pánico escénico. Además, sólo unos días después recibió una amenaza de muerte, y se retiró del circuito de la música en directo durante nada menos que 28 años .

Cuando por fin regresó a la carretera, en 1994, las entradas de sus conciertos alcanzaron precios astronómicos, y ella cumplió las expectativas. Pero al terminar la gira, volvió a desaparecer del mapa y en el año 2000 anunció que se retiraba definitivamente de la música. Sin embargo, después de más de una década sin actuaciones, en 2016 volvió a dar una gira cuyos beneficios serían destinados a causas benéficas. Y, después, vuelta al confinamiento voluntario.

Desde entonces sólo ha hecho apariciones puntuales, y en 2017, tras estrenar en Netflix el documental «Barbra: The Music... The Mem’ries... The Magic!», anunció que después de 60 años de carrera no volvería a cantar en directo.

Durante todo este tiempo de tira y afloja con los escenarios, Streisand ha ocupado titulares por sus estrenos cinematográficos, pero también por sus relaciones sentimentales. Su primer novio fue un desconocido llamado Barry Dennen , pero cuando se convirtió en una celebridad abrió la veda de los famosos. Jon Voight , Steve McQueen , Don Johnson , Kris Kristofferson , el peluquero Jon Peters o el que fuera primer ministro de Canadá de 1969 a 1984, Pierre Trudeau , fueron algunas de sus parejas confirmadas. Y la lista de «supuestos amantes» no es menos ilustre: Carlos de Inglaterra , Bill Clinton , Elvis Presley , Liam Neeson , Omar Shariff o Andre Agassi figuran en esta nómina. Pero desde 1998 sólo tiene ojos para su marido James Brolin , con quien celebró su cumpleaños el pasado viernes, en la intimidad del confinamiento.