Las atípicas vacaciones de los líderes internacionales

Theresa May, una casa en la campiña inglesa

LUIS VENTOSO (LONDRES)

Theresa May, de 59 años, se convirtió en primera ministra el pasado 13 de julio. La cercanía del nombramiento y los numerosos problemas que la aguardan, en especial lidiar con el Brexit, hacen que a estas horas sus vacaciones de agosto sean un enigma. De hecho, la prensa británica ha citado anónimamente a uno de sus colaboradores dando por hecho que no descansará: «No me extrañaría que al final no se vaya de vacaciones, que se coja solo un fin de semana largo en algún sitio».

May, cuya enorme laboriosidad es uno de sus puntos fuertes, podría conformarse con pasar algunos días más de asueto en su casa de Berkshire, al Oeste del Gran Londres, donde pasa los fines de semana en la propiedad que posee junto con su marido Philip, gestor de fondos de nivel en la City de Londres. Los May tienen su vivienda de campo en Sonning-on-Thames, a riberas del Támesis, una población soñolienta, de típica campiña bucólica inglesa, que se ha visto en el mapa al comprar allí George Clooney una mansión por 12 millones de libras. No es el único vecino famoso de la zona, porque a la ahora primera ministra se unen el ilusionista Uri Geller y otro buen aficionado a lo paranormal, Jimmy Page, el guitarrista de Led Zeppelin.

Barack Obama, golf en Martha's Vineyard

JAVIER ANSORENA (NUEVA YORK)

Barack Obama (54) ha reconocido que el día que se retire se perderá en el algún campo de golf para hacer hoyos sin el peso del Gobierno sobre sus hombros. El golf es uno de los vicios excusables del presidente de EE.UU. -el otro es el tabaco, que todavía no está claro si lo ha dejado- y a ello se entregará en las vacaciones que comienza este sábado. El destino favorito de su presidencia es Martha’s Vineyard, una isla coqueta en la costa de Massachusetts, refugio tradicional de la gente bien de Nueva Inglaterra. Excepto en uno, los Obama han dedicado en todos sus años en la Casa Blanca algunos días de sus vacaciones a este lugar, donde este año pasarán dos semanas. En sus últimas dos visitas, la familia alquiló una casa de siete habitaciones y nueve baños, con piscina con vistas al mar y cancha de baloncesto, con mucha privacidad y cercana a campos de golf. Cada año, el presidente invita a personalidades a acompañarle en recorridos. Por ejemplo, el año pasado estuvieron ej mejor jugador de la NBA, Steph Curry, y el humorista Larry David. Quienes no disfrutarán de tanto asueto serán sus posibles sucesores: Hillary Clinton, que también veraneaba en Martha’s Vineyard durante la presidencia de Bill Clinton, y Donald Trump van a sudar los calores de agosto en la caravana electoral.

Alexis Tsipras, una casa de alquiler

BEGOÑA CASTIELLA (ATENAS)

En Grecia no existen residencias de verano oficiales ni para el presidente de la República ni para el primer ministro. Y como el país está en crisis y el primer ministro pertenece a la izquierda radical, ha preferido este año repetir su discreto veraneo. En los meses estivales del año pasado Alexis Tsipras tuvo que enfrentarse con la aplicación del control de capitales o corralito, un referéndum y la aprobación de un nuevo rescate. Todo ello le obligaba a estar en su despacho muchas horas todos los días. Por ello eligió junto con su compañera Betty Batziana el veranear con sus dos hijos pequeños (Pablo, nacido en el 2010 y Orfea Ernesto nacido en el 2012) y con su suegra una casa alquilada a un conocido armador griego. Se trata de una casa veraniega discreta rodeada de pinos y construida en los años sesenta. Está muy cerca del mar, a pocos kilómetros del Cabo Sunio y a una hora en coche de Atenas. En los días mas críticos del año pasado Tsipras llegó a trasladarse desde este chalet hasta su despacho y vuelta en helicóptero. Este año lo hace en automóvil.

Vladimir Putin, retiro en el Mar Negro

RAFAEL MAÑUECO (MOSCÚ)

El presidente ruso, Vladímir Putin, nunca anuncia con antelación qué planes tiene para sus vacaciones, tal vez por motivos de seguridad o para improvisar y hacer lo que más le apetezca en cada momento. Está pasado unos días en San Petersburgo y, si se traslada a otro sitio, tendrá que volver allí la semana que viene, ya que tiene una cita en la antigua capital imperial rusa con su colega turco, Recep Tayyip Erdogan.

Pero opciones tiene muchas y no sólo dentro de su propio país. Ciertos medios de comunicación rusos sostienen que tiene una villa en la urbanización malagueña de La Zagaleta en incluso un castillo en Baviera (Alemania).

Lo cierto es que, salvo algún viaje a Cerdeña para ver a su amigo Silvio Berlusconi, Putin veranea siempre en Rusia y lo hace fundamentalmente en el balneario de Sochi, a orillas del mar Negro. Allí cuenta con una magnífica residencia frente al mar, “Bocharov Ruchéi”. Es un formidable edificio estalinista dotado de todas las comodidades, incluido un muelle de amarre para yates.

En el lago de Valdái, en la región de Nóvgorod, el primer mandatario ruso tiene otra mansión, la más rústica y acogedora. No obstante, como ha sucedido otros años, no se puede descartar que le veamos en los próximos días gozando de la frondosa naturaleza siberiana. Por todo el país tiene más de 20 palacetes. Ir a Crimea sería una buena forma de dar ejemplo a los rusos para ayudar así a levantar el turismo en la península, que se ha visto perjudicado por las sanciones impuestas tras la anexión.

Las veladas con amigos de François Hollande

J. P. QUIÑONERO (PARÍS)

Con En Francia, François Hollande ha decidido no correr el riesgo de «estar de vacaciones» si se producía una nueva matanza terrorista. Julie Gayet, su compañera sentimental, lo acompañará durante varias veladas «entre amigos» en la residencia presidencial de Versalles, antigua residencia real.

El presidente francés todavía presidirá un consejo de ministros el 3 de agosto. Tras veinte días de pausa veraniega, el primer consejo de la «rentrée» se celebrará el 20 o el 22 de agosto.

Tan austera agenda presidencial no afectará a todo su gobierno.

Manuel Valls, primer ministro, encontrará tiempo para pasar algunos días de reposo en el sur de Francia, con alguna previsible escapada a Barcelona, con su madre y su hermana, del más riguroso «incógnito».

Bernard Cazeneuve, ministro del Interior, pasará algunos días en una casa familiar en la región de Picardíe, a una hora corta del norte de París.

La consigna presidencial a sus ministros ha sido muy escueta: «No alejarse demasiado de París».

Ségolène Royal, ministra de asuntos ecológicos, y madre de los cuatro hijos del presidente Hollande -su antiguo compañero sentimental, durante más de veinte años- «dará la nota vacacional»: pasará buena parte del mes de agosto en la Antártida, participando de una «expedición científica».

Ángela Merkel, un descanso en suspenso

J.-P. JOFRÉ (BERLÍN)

El Gobierno no informa oficialmente de las fechas de las vacaciones de la Canciller Angela Merkel ni de su lugar de destino, pero es un secreto a voces lo mucho que le gusta la provincia italiana del Alto Adige o Tirol del Sur. Los hechos violentos acontecidos en Alemania han hecho, sin embargo, que Merkel haya interrumpido su descanso el mismísimo primer día oficial de vacaciones: el viernes 22 de julio a las 6 de la tarde ocurrieron los tiroteos en Munich y el sábado Merkel ya estaba de vuelta para una reunión con el gabinete de seguridad. Merkel ha debido cambiar las largas caminatas con su marido Joachim Sauer por las cercanías del pequeño poblado de Solda a los pies del Ortles por una rueda de prensa el jueves y un duelo ecuménico -católico, evangélico, ortodoxo y musulmán- el domingo para honrar a las víctimas del tiroteo y de los atentados en Ansbach Wurzburgo. El lunes, Merkel asistió al Festival Wagner de Bayeruth, también en Baviera, pero no se sabe si volverá a su pasión veraniega: «En la montaña se debe estar completamente concentrado. Ahí uno se oxigena de verdad y no se piensa en política», declaró hace ya un tiempo.