Rompecorazones al galope

La tímida Athina Roussel Onassis, que cumplirá 27 años en pocos días, conoció a su Adonis sudamericano —12 años mayor que ella— en la escuela de equitación del famoso entrenador Nelson Pessoa Filho. Allí, en las exclusivas Haras du Ligny, en la localidad belga de Fleurus, «la niña más rica del mundo» descubrió sus dotes de amazona —ocupó el puesto 24 en 2011—, el amor y, lamentablemente, las mieles del escándalo.

«Doda» Miranda ya estaba casado y tenía una hija, y lo dejó todo por la princesa de los armadores griegos, que por entonces tenía 17. La despechada esposa del jinete, Cibele Dorsa, no guardó silencio. «Me cambió por el dinero de Athina», denunció la modelo a la prensa brasileña. «Ella le puede comprar caballos que yo no puedo...». Y concursos, podría haber agregado Cibele, que falleció trágicamente el pasado mes de marzo.

Athina y su marido son patrocinadores del Champions Tour y anfitriones del «Athina Onassis International Horse Show», el concurso de salto de Río de Janeiro que forma parte del circuito de la Federación Ecuestre Internacional (FEI) y que, por su nombre, nos aclara cualquier duda sobre quién es la reina de las amazonas. Ahora, el matrimonio De Miranda vive a caballo entre su penthouse en Sao Paulo y las ciudades del Champions Tour, incluyendo Valencia.

La española Marta Ortega también conoció al amor en las pistas de salto. Aunque su historia es mucho más discreta que la de su amiga Athina. La hija de Amancio Ortega, propietario del grupo Inditex y séptima fortuna del mundo según «Forbes», lleva tres años de sólida relación con el jinete Sergio Álvarez Moya. Desde entonces, son la pareja más guapa del circuito internacional. Y una de las más admiradas por los expertos en este deporte. Sergio comenzó a competir en el Champions Tour en 2009 y, con 27 años, ya es el jinete español con la mejor clasificación en el ranking Rolex —el puesto 15—.

Álvarez Moya ha dado un gran salto en los últimos años, y dicen que Marta tiene su crédito en ello. De hecho, el asturiano suele competir con cinco caballos que son propiedad de la heredera de Zara, incluyendo «Wisconsin 111», el corcel con el que triunfó el año pasado en Aachen. Una victoria histórica que lo convirtió en el primer español desde 1954 que consigue un triunfo en el Gran Premio alemán.

El futuro yerno del hombre más rico de España también suele lucirse cuando está «en casa» de su familia política, en el centro hípico Casas Novas de Arteixo. En la última edición del certamen, uno de los más reputados de nuestro país, fue el español mejor clasificado. Testigos de este triunfo fueron la amazona Carolina Aresu, sobrina de Ana Obregón, y su —siempre sin confirmar— novio, José Bono Jr., hijo del expresidente del Congreso de los Diputados. Y sí, él también es jinete.

Carlota Casiraghi no tiene la destreza de Onassis, ni el centro ecuestre cinco estrellas de Ortega ni un novio jinete (ahora la relacionan con un cómico francés) . Pero es la niña mimada de un Principado y con ello le basta para figurar en lo más alto del enrarecido ambiente ecuestre. Sin ir más lejos, el año pasado fue la presidenta honorífica del certamen de Monte-Carlo, a orillas del Port d' Hercule, donde alcanzó un muy digno cuarto puesto en una de las pruebas. Sus apariciones quizá no sorprendan a los entendidos en el salto, pero causan furor entre los fans de Gucci, la firma italiana que diseña sus looks de cazadora.

Pero la nueva comidilla de los torneos son los retoños de Bruce Springsteen y Steven Spielberg. Jessica, la hija del «Jefe», ya aparece en el ranking de EE.UU. y se ha codeado con la Reina de Inglaterra. Aunque su nombre también ha sonado en los juzgados de Palm Beach, donde su padre fue demandado por el impago de un caballo valorado en 650.000 dólares. Mientras que Destry, la hija de 16 años del director de Hollywood, está en la liga junior y, según reza en su Twitter, se debate entre la hípica, la danza y la fotografía. Todavía no sabe que una amazona puede hacer eso. Y mucho más.