El hijo menor de la «duquesa roja»: «Mi madre dejó claro que iba a intentar putearnos todo lo que pudiera»

Los tres hijos de la «Duquesa Roja» reclaman su partes legítimas sobre los bienes con los que la aristócrata constituyó en 1990 la Fundación Casa de Medina-Sidonia . Así, en el inicio del juicio, el duque de Medina Sidonia, Leoncio Alonso González de Gregorio y Álvarez de Toledo, calificó de «una obligación moral» pedir como su herencia los fondos que su madre donó a dicha fundación.

La disputa legal sobre este patrimonio refleja las escasas y complicadas relaciones que los tres hijos de la duquesa mantuvieron desde pequeños con ella - «mi madre dejó claro que iba a intentar putearnos todo lo que pudiera» , declaró a los periodistas Gabriel González de Gregorio , hijo menor de la duquesa.

Gabriel, el tercer hijo de la difunta duquesa, es un soltero empedernido, divertido y ocurrente, que invierte la mayor parte de sus ahorros en abogados familiares. No tiene reparos en afirmar que su madre nunca quiso a nadie y que solo tuvo aprecio por no perder su ducado.

De momento, reconoce no haber percibido ni un euro de la herencia de su madre. «Yo no he visto ni un solo euro ni tan siquiera de lo que había fuera de la Fundación. Dentro de su estrategia por arruinarnos mi madre se dedicó a disipar muchas propiedades».

En juego está el palacio de los Guzmanes de Sanlúcar, sede de esta institución, en la que se incluye un valioso archivo con seis millones de documentos (el más antiguo es del siglo XII) y que está considerado como el más importante de Europa. Los litigantes defienden que su madre se excedió al donar un patrimonio que debía entrar en su herencia y la de Liliane Dahlmann, viuda de la duquesa, con la que convivió 25 años hasta su muerte.