Los Ruiz-Mateos se hacen autónomos y asesoran a empresas alimentarias

Los cuatro hermanos que no han ingresado en prisión trabajan en consultoría empresarial y temas de ahorro enérgetico

javier chicote

14/09/2015
Actualizado a las 11:19h.

Alrededor de cincuenta procedimientos judiciales investigan los negocios de los seis Ruiz-Mateos tras la muerte del patriarca. Acusaciones de estafa, insolvencia punible, alzamientos de bienes y delitos fiscales ya han llevado a prisión a Álvaro y Javier Ruiz-Mateos , que están en el ... módulo de respeto de la cárcel de Navalcarnero (Madrid) desde el pasado enero (el juez de vigilancia penitenciaria les ha negado el tercer grado). Sus hermanos Alfonso y Pablo permanecen a la espera de que les concedan o no la suspensión de entrada en prisión, mientras que Zoilo y José María, los mayores, no tienen el presidio a la vuelta de esquina pero es una posibilidad más que factible.

Entretanto, los Ruiz-Mateos se han «reinventado» tras el hundimiento de Nueva Rumasa y, según ha podido saber ABC, trabajan asesorando a empresas. José María, «junior», se ha dado de alta como autónomo y trabaja asesorando a industrias alimentarias en temas comerciales . También se dedica al sector de la consultoría empresarial relativa a asuntos de ahorro energético. Otros hermanos prestan sus servicios a compañías del sector de servicios, en ocasiones colaborando con sus mujeres .

La verdad es que, pese a la debacle de Nueva Rumasa, los herederos del clan conservan un buen nivel de vida. Siguen en sus casas, sitas en las más privilegiadas urbanizaciones de Madrid, con «el servicio doméstico y los mejores colegios privados para sus hijos», asegura un exempelado de Nueva Rumasa. Los vecinos de Aravaca, uno de los distritos más elitistas de Madrid , veían a Javier Ruiz-Mateos -hasta su ingreso en prisión-, su mujer y sus hijos entrar y salir de chalet de la calle Libra cuatro años después de la quiebra de Nueva Rumasa. Algunos estafados llegaron a congregarse a las puertas del unifamiliar.

Todas las viviendas de los Ruiz-Mateos eran propiedad de sociedades instrumentales de Nueva Rumasa y estaban hipotecadas. Cuando el grupo entró en proceso concursal, en 2011, dejaron de pagar las hipotecas, por lo que están embargadas, pero la compleja situación procesal (se acumulan varias órdenes de embargo) se ha traducido en que siguen en sus casas a la espera de lo que dictamine la Audiencia Nacional.

La muy buena situación económica de sus esposas ha contribuido a que los Ruiz-Mateos Rivero no pasen penurias económicas, al contrario que muchos de los inversores que perdieron todos sus ahorros.

«Todos los hijos se casaron muy bien» , dice a ABC una persona de su entorno. José María Ruiz-Mateos desposó con Cristina Figueroa , hija del marqués de Santo Floro, Agustín de Figueroa y Gamboa (el consuegro del fallecido Ruiz-Mateos invirtió en Nueva Rumasa y perdió una importante suma, según documentación entregada a la Fiscalía y a la que ha tenido acceso ABC).

Por su parte, el hermano menor, Álvaro, contrajo matrimonio en mayo de 2011, sólo tres meses después de la suspensión de pagos de Nueva Rumasa, con Ana Suárez de Lezo, hija del influyente abogado mercantilista Rafael Suárez de Lezo , socio director del despacho CMS Albiñana & Suárez de Lezo. Ana Suárez de Lezo fue pareja del duque de Feria, Rafael Medina, hijo de Naty Abascal.

Mientras, Alfonso Ruiz-Mateos se casó con una prima de Ana Suárez, Alejandra Cruz-Conde, hija del abogado Rafael Cruz-Conde de Tangil , fallecido en 2012, cinco años después de su detención en el marco de una trama de blanqueo vinculada a la operación Malaya. Alfonso y su esposa trabajan en el bufete que abrió Rafael Cruz-Conde en Marbella.

Precisamente, Alfonso cedió hace apenas unos meses su casa de Madrid, un chalet en la calle Rigel de Aravaca, a sus padres cuando éstos decidieron salir del «cuartel general» de Rumasa, la mansión de Somosaguas. Sobre este inmueble pesaban varios embargos y, además, estaba muy identificada con el clan, era demasiado reconocible para la prensa y los estafados de Nueva Rumasa. La más «modesta» casa de Alfonso está a nombre de una sociedad radicada en el paraíso fiscal de Belice , según confirman a ABC fuentes del grupo empresarial.

En cuanto al futuro judical, la Fiscalía Anticorrupción pide siete años de cárcel para los seis hermanos por una estafa en la compra de un hotel Berverly Park en Mallorca. Los Ruiz-Mateos lo compraron pactando un pago aplazado en diez años. Hipotecaron el inmueble y dejaron de abonar las letras. Este procedimiento es «feo» , dicen desde su entorno, y «son muchos años de cárcel».

Además de las causas que se dirimen en juzgados de media España, la Audiencia Nacional instruye la madre de todas ellas, la estafa de los pagarés de Nueva Rumasa. Ahí deben responder por un agujero de 290 millones de euros de los 337 que captaron a 4.110 inversores que confiaron en Nueva Rumasa a cambio de un jugoso interés. El pasado febrero ya se dictó una primera condena en la vía mercantil contra el patriarca y su hijo Javier de 92 millones de euros por los pagarés que emitió la empresa José María Ruiz-Mateos S.A. No han pagado ni un euro.

Esto se traduce en que es muy probable que los seis hijos varones vayan a tener embargado su patrimonio de por vida: cualquier nómina, cualquier negocio que hagan a su nombre, será intervenido para intentar paliar las cuentas del reguero de estafados que han dejado por toda España. Las siete hijas se han librado porque el patriarca las dejó fuera del grupo empresarial , decisión que ellas acataron sin rechistar, como todas las órdenes que daba «don José María».

En cuanto al famoso «botín» oculto en el extranjero, lo niegan tajantemente. Dicen que los «alrededor de diez millones de euros» que el patriarca colocó en paraísos fiscales «fueron repatriados» en el año 2007. De momento, las comisiones rogatorias internacionales no han encontrado ni un euro.