La nieta de Mario Vargas Llosa: «Llegar a los 50 años de casados es muy difícil»

Llega la hora de los postres y el brindis. María Josefina Vargas Llosa, nieta del autor de «Travesuras de la niña mala», se pone de pie. La joven, que está estudiando en Ginebra, quiere regalarle a sus abuelos un emotivo discurso . Serán solo veinticinco segundos que ahora resultan tristemente irónicos. «Estamos muy orgullosos de ustedes. Estamos muy felices por ustedes. Imagino que llegar a los cincuenta años de casados es muy difícil , hoy en día casi nadie llega...», dice la hija de Gonzalo Vargas Llosa . «Muchas felicidades. Les queríamos agradecer todo lo que hacen por nosotros. Los queremos mucho. Y espero celebrar muchos aniversarios más », concluye Josefina. Su discurso está siendo grabado. Veinticinco segundos que acaban en un plano de un Nobel pletórico, embriagado de felicidad. El patriarca es el único que sabe lo que le espera a su tribu .

Cinco días después de esa cena, el escritor anuncia a su familia que quiere separarse de Patricia. Tras soltar la bomba, retorna a Madrid. Abandona el domicilio conyugal , a escasos metros del Palacio Real y la Puerta del Sol, y se instala en el aparthotel del Eurobuilding . El nuevo hogar de la estrella literaria, modesto e improvisado, está a tiro de piedra de la mansión de su nuevo amor, Isabel Preysler. El 10 de junio, «¡Hola!» anuncia la relación del Nobel y la «reina de corazones» . Así se termina con un matrimonio de medio siglo. Y con las ilusiones de la cándida Josefina, que ahora ya sabe que no podrá celebrar más aniversarios junto a sus «abuelitos» .