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Virginia Troconis: «Lo que está pasando en España es verse en el espejo de Venezuela»

La esposa de El Cordobés declara que no ha podido regresar a su país natal de vacaciones

Virginia Troconis: «Lo que está pasando en España es verse en el espejo de Venezuela» abc

beatriz cortázar

Si hace dos años fue su marido Manuel Díaz «El Cordobés» quien se apuntaba, en esta edición que está recorriendo tierras andaluzas es Virginia Troconis la que participa en la Land Rover Discovery Challenge. Y está dispuesta a sacrificarse hasta el final para ayudar a la ONG que representa. Deportista y con una actitud muy positiva, disfrutó de todos los retos y dejó clara su destreza al mando del volante.

Troconis aún tiene la emoción en el cuerpo tras la corrida que protagonizó su esposo el pasado fin de semana en Parla, encerrándose con seis toros en un festival a beneficio del Banco de Alimentos. «Después de tantos días de angustia y preparación ha sido muy satisfactorio ver la plaza llena y, además, a mi marido feliz. Se le vio a gusto, triunfó, y pudo demostrar lo que quería. Fui con Alba (la hija del Cordobés y Vicky Martín Berrocal) y para ella resultó muy emocionante ver a su padre como único espada», explica.

Aunque vive en España desde su boda con el torero, Virginia no está al margen de lo que pasa en Venezuela, su país natal. «En mi país, a Nicolás Maduro le llaman “Me Aburro”. Estoy viendo la incertidumbre que hay ahora en España con las nuevas alcaldías, pero me preocupa lo que pueda pasar en las elecciones generales. Lo que está ocurriendo aquí es como verse reflejada en el espejo de lo que pasó en Venezuela. Aquí todo el mundo cree que no se van a permitir ciertas cosas, pero eso mismo pensábamos nosotros. Ahora Leopoldo López , en huelga de hambre, no puede ni ver a su familia. Es alucinante que eso suceda en este siglo. Mi familia sigue ahí y se me parte el alma cuando mi madre me cuenta que le toca ir a hacer la compra, porque tiene el numerito. Hay que esperar a que te toque comprar ciertos alimentos. Mi hermano se vuelve loco para encontrar pañales para su hijo. Es muy duro. En mi país se vivía bien, tuve una adolescencia muy bonita y lo más increíble es que éramos felices y no lo sabíamos. Ahora no voy ni de vacaciones y me da mucha pena», confiesa.

Este verano lo pasará en su casa de Marbella con sus dos hijos y con Alba, y esperando a que Manuel regrese de cada corrida. Allí son felices y saben que será muy difícil que algún día puedan instalarse en su tierra. «Pasarán muchos años, y tal vez yo no lo vea, para que Venezuela vuelva a ser lo que era».

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