Martina Klein: «La vida adulta te llena de tonterías y seriedades»

¿Cómo surgió la idea de escribir un libro?

Diferentes editoriales me estaban ofreciendo proyectos de novelas que yo no me atrevía a coger. Nunca me parecía el momento oportuno y todo me daba mucho miedo, hasta que me proponen escribir una colección para niños. Y dije, pues este reto sí que me atrevo a afrontarlo. Meterme en una novela, cuando no he escrito más allá que un formato columna... No me atrevía. Me castigaba a mí misma y no me veía capaz. Este proyecto me pareció hecho a medida para mí.

¿En qué te inspiras?

Tengo unos ratoncitos de laboratorio en casa a los que observo todo el tiempo, sé cómo hablan, lo que nos cuentan y lo que callan. Tengo la infancia a flor de piel porque está en casa y cuando juegas con los niños, te transformas y vuelves a ser lo que eres.

La vida adulta te llena de tonterías y seriedades, pero al final sigues siendo la misma niña. Mis niños han sido mi mesa de ministros, hemos creado el libro juntos y han vivido todo el proceso, incluidas las ilustraciones.

Ya que se ha estrenado en la literatura, ¿habrá una novela para adultos en el futuro?

Esto me acerca más y puede ayudarme a continuar. Sólo el hecho de que se haya hecho realidad y que los niños se carcajeen leyendo el libro es muy importante. Y si esto ocurre con este formato, me puedo acercar a algo más adulto.

¿Echa de menos la pasarela?

Las ventanas y puertas que se han ido abriendo durante mi etapa de modelo han estado siempre y me han surgido muchas posibilidades. A mí me gusta ponerle un punto irónico a esta cosa tan seria y encorsetada que es la moda. El poder reírme de que soy rubia y modelo a la gente le gusta mucho. Me lo paso bien desmitificando mitos.

¿Es más difícil que la respeten como escritora por ser guapa?

No miro los prejuicios. Para mí es una ventaja el ser conocida y poder entrar en casa de las personas a través de periódicos y televisión y que vean mi producto. Algo que la mayoría de escritores no pueden. Ser rubia y mona y llamarme Martina Klein probablemente sea una ventaja. Martina Klein no es una rubia tontorrona, es una mujer inquieta y la gente lo sabe. Son muchos años y me conocen.

Actualmente vive con su hijo Pablo y con los niños de su pareja Álex Corretja ¿Tiene planes de ampliar la familia?

En principio no. Ahora que han llegado a esta edad... Da tanto placer recuperar a tu pareja y tu tiempo libre. Cerrar el chiringuito es una decisión dura que todavía no estoy dispuesta a tomar, pero de momento estoy muy bien así, con un familia reestructurada.

Tiene un físico envidiable ¿Cómo se cuida?

Los años pasan para todas. La genética ayuda hasta cierta edad pero a partir de una edad hay que cuidarse. El cuerpo empieza a descolgarse, la ley de la gravedad demuestra que funciona y hay que ponerse a trabajar. Salgo a correr, hago entrenamiento TRX, me encanta bailar... No me gasto mucho en productos, mis costumbres no son caras. Hidratarme la piel por la mañana y por la noche es una religión.

¿Cuál es su opinión de los retoques estéticos?

La cirugía ha ayudado a que las mujeres se sientan mejor y eso no tiene precio. Pero cada cual es libre de hacer lo que quiera para sentirse bien.

A menudo protagoniza portadas y grandes reportajes ¿Cómo lleva la relación con los medios?

En general, la prensa nos respeta. Aún así si tú estás en la playa con tus hijos y de repente, ves una cámara enorme detrás de los arbustos incomoda y genera tensión.