Sofía Palazuelo, la «discreta» novia del heredero a la Casa de Alba

Fuentes cercanas a la pareja cuentan que los dos intentan pasar inadvertidos y no llamar la atención. «De primeras, Sofía es muy estirada, pero nunca despectiva. Cuando te conoce se suelta y saca su mejor cara», cuentan los que la conocen. Y añaden: «Es súper maja, simpática y muy sencilla». En realidad, solo es precavida cuando acaba de conocer a alguien.

La joven ha estudiado Comunicación y Marketing en el College For International Studies (CIS). Después de dos años y medio en esta universidad, no se conformó con la licenciatura menor por la que se graduó en 2012 y decidió viajar a Boston para seguir estudiando. «Fernando está acabando la carrera, puede ser que haya hecho un máster para subir nota», cuenta un amigo cercano. Y prosigue: «Sofía es una chica guapísima, siempre va muy fina vestida. Es muy tranquila, en eso Fitz-James y ella se parecen mucho».

Hija del empresario Fernando Palazuelo y de Sofía Barroso, propietaria de Art Arround -una agencia desde donde guía a personalidades con un alto poder adquisitivo por las colecciones de arte más importantes de Europa-, Sofía es la pequeña de tres hermanos . Sus padres se mudaron a Mallorca cuando ella acababa de nacer y permanecieron allí casi 20 años. Su padre se dedicaba a la compra y rehabilitación de edificios en la isla, donde se llegó a decir que tenía una gran colección de arte. Pero en 2009 la familia tuvo que abandonar la isla, los padres se separaron y el coleccionista de arte viajó a Panamá y a Perú. Inseparables desde primero de carrera, Fernando y Sofía traspasaron los límites de la amistad cuando cogieron un avión para cruzar el Atlántico : «Se conocieron en la universidad. Los dos primeros años no estaban juntos, la relación comenzó a raíz de estudiar en Boston».

Teresa Sartorius, Pablo Trapote, Tirso Díez de Olazábal... La novia del heredero del ducado de Alba se ha relacionado muy bien . Aún así, esta joven promesa del mundo del arte -que es a donde le gustaría enforcarse profesionalmente- nunca se separó de su grupo de amigos incondicionales, entre los que estaba su hermano Beltrán, el gran «vividor» de la familia. «A Carlos Fitz-James le cae muy bien Sofía. Él y Fernando siempre iban con Sofía y Beltrán».

Al final, todo queda en familia, aunque al parecer, Sofía y Beltrán no tienen nada que ver. «Él piensa en salir de fiesta y en tías, ella es muy discreta, pero vive muy bien. Desde Boston viaja los fines de semana a Nueva York, Miami... Incluso alguno de repente está en Madrid». Beltrán se decanta más por los «safaris. Es un fiestas, pero un buen tío».

En verano, los Palazuelo pasan unos días en Sotogrande, hasta que Sofía se va de viaje «por Bahamas, Cancún...». Cuando vuelve a casa, aprovecha para ir a comer o cenar a El Paraguas o a Fox, el restaurante que regenta su amigo Pablo Trapote. Como cualquier joven de su edad, termina la noche en la discoteca Gabana o en el teatro Barceló, la antigua discoteca Pacha.