Sam Smith: «Me dieron un puñetazo en el cuello por ser gay»

El cantante británico Sam Smith ha revelado al diario «The Sun» los detalles de una adolescencia marcada por los ataques homofobicos que sufrió desde pequeño. El artista de 22 años siempre ha reconocido abiertamente su homosexualidad. No le gustan las etiquetas y prefería ser el mismo quien hablara de su orientación sexual antes de que se desataran las especulaciones. Sin embargo, su adolescencia e incluso su infancia no han sido fáciles.

El tormento comenzó cuando sólo tenía 11 y sufría bullying en la escuela. Sus compañeros de la escuela le freían a insultos y los ataque continuaron durante su adolescencia.

«Un grupo de chicos de otro colegio solía insultarme mientras iba de la estación de metro a mi casa. Me acuerdo de caminar desde la estación mientras me llamaban de todo a gritos. Era mortificante, no tanto por mí. Pero me molestaba porque estaba con mis amigos y me preguntaba si a ellos les daba vergüenza caminar a mi lado por culpa de esa gente que me gritaba».

Sin embargo, el cuatro veces ganador del premio Grammy estrella también fue humillado por otros hombres gay, y cree que es necesario que haya un nivel mucho más alto de aceptación en la sociedad.

«Cuando tenía 17 años, me atreví a ir a un club gay en el Soho de Londres. Me acuerdo de que entré por la puerta y un hombre gay se dio la vuelta y le dijo a su acompañante algo muy cruel sobre mí. Todo mi mundo se vino abajo en ese momento y me sentí realmente solo», declara al diario británico.

Con sólo 22 años y una voz difícilmente clasificable, Sam Smith ha encontrado en el desamor la fuente de inspiración para crear auténticos temas de éxito. Su tema «Stay with me» , la canción que ha ganado el Grammy como mejor composición del año y que lleva más de 230 millones reproducciones en Youtube, es fruto del desengaño amoroso.

«Quiero dar las gracias a la persona de la que me enamoré. Gracias por romperme el corazón el año pasado porque me has conseguido cuatro Grammys», explicó ante las millones de personas que seguían la ceremonia, mientras sostenía el gramófono dorado en sus manos.