Michavila y Genoveva, con sus hijos en Andorra

A la vuelta del pasado verano ambos decidieron afianzar un noviazgo que se fraguaba desde antes de las vacaciones y que se interrumpió con el largo viaje que Genoveva hizo a la India , seguramente para aclarar ideas, poner cierta distancia y cumplir un sueño que tenía. Pero desde septiembre y una vez que sus seres queridos estaban al tanto de todo la decisión fue seguir adelante y luchar por una historia que en algunos círculos tuvo sus críticas (Michavila se enamoró antes de que pasara un año de la muerte de su mujer Irene Vázquez , la madre de sus cinco hijos, que falleció en noviembre de 2013) y que hubo quien aprovechó para lanzar sus dardos contra Genoveva a pesar de llevar años divorciada de Cayetano Alba.

Tal y como publicamos días atrás, la pareja ya ha comenzado las consultas para el proceso de nulidad matrimonial de la mexicana y el hijo de la difunta duquesa de Alba. Aunque todavía no han hablado de boda, todo indica que por lo rápido que va su noviazgo y por las profundas creencias religiosas de ambos esos pasos se darán en breve ya que Genoveva no renuncia a tener «un matrimonio como Dios manda» , según explicaba una amiga íntima. «Si el proceso se alargara en el tiempo podrían celebrar su unión civil con una ceremonia donde no faltaría una bendición, tal y como ha ocurrido en otros casos. Pero hoy por hoy no tienen prisa por casarse y sí por vivir este noviazgo del que son partícipes sus hijos», añade.

Estos días en Andorra van a ser muy especiales dado que todos los hijos podrán convivir en la casa donde se alojan y conocerse mejor de cara a un futuro en el que podrían acabar compartiendo el mismo techo. Amantes del esquí, hasta el domingo tendrán tiempo de practicar el deporte y vivir como una familia más que numerosa.